Los embarazos por reproducción asistida tienen el doble de riesgo de preeclampsia

Archivo - Hipertensión, fonendoscopio, corazón, electrocardiograma
Archivo - Hipertensión, fonendoscopio, corazón, electrocardiograma - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / ALEXANDER RATHS
Publicado: miércoles, 1 marzo 2023 7:44

MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las mujeres que se quedaron embarazadas utilizando tecnologías de reproducción asistida tuvieron más del doble de probabilidades de desarrollar preeclampsia que las que tuvieron embarazos tradicionales, según un estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología junto con el Congreso Mundial de Cardiología.

El estudio, basado en un análisis de los historiales médicos de más de 2,2 millones de pacientes, es el primero que evalúa cómo pueden afectar las tecnologías reproductivas al riesgo de complicaciones cardiovasculares durante el embarazo a escala nacional. La preeclampsia es una complicación relacionada con el embarazo que conlleva hipertensión arterial de nueva aparición y posibles daños orgánicos que suponen un grave riesgo para la embarazada y el bebé.

Las tecnologías de reproducción asistida engloban todas las intervenciones que implican la manipulación in vitro de óvulos, espermatozoides o embriones extraídos con fines de embarazo, incluidas la fecundación in vitro (FIV), la inseminación intrauterina y otras técnicas.

Los embarazos asistidos, logrados mediante tecnologías de reproducción asistida, pueden ser tradicionales (en los que la persona gestante tiene una conexión genética con el embrión) o gestacionales (sin conexión genética con el embrión).

"Los resultados fueron sorprendentes: pocos estudios habían analizado antes con tanto detalle las complicaciones cardiovasculares de los embarazos asistidos por tecnologías, y ninguno de ellos había evaluado estas complicaciones a nivel nacional --explica Ahmad Mustafa, jefe de residentes y próximo becario de cardiología en el Hospital Universitario de Staten Island (Estados Unidos) y autor principal del estudio--. Es necesario incorporar una atención cardiovascular dedicada al seguimiento rutinario de las pacientes que conciben mediante tecnologías de reproducción asistida".

Utilizando datos de la Base de Datos Nacional de Muestras de Pacientes Hospitalizados, los investigadores evaluaron las tasas de complicaciones cardiovasculares de 5.874 embarazos asistidos por tecnología y más de 2,2 millones de embarazos tradicionales entre 2016 y 2018.

Primero examinaron las tasas de varios problemas cardiovasculares, incluidos ritmos cardíacos anormales, ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, edema pulmonar, complicaciones relacionadas con los vasos sanguíneos, preeclampsia y diabetes gestacional entre los dos grupos.

A continuación, los investigadores utilizaron métodos estadísticos para emparejar los embarazos asistidos por tecnología con un subconjunto de los embarazos tradicionales llevados a cabo por personas con un perfil similar en términos de edad, raza y condiciones de salud de referencia (es decir, diabetes, hipertensión, enfermedad renal y enfermedad autoinmune).

Al comparar los dos grupos y tener en cuenta los factores de riesgo iniciales, los investigadores descubrieron que las personas con embarazos asistidos por tecnología tenían el doble de probabilidades de desarrollar preeclampsia que las personas con embarazos tradicionales.

La preeclampsia provoca diversos síntomas y complicaciones y puede derivar en eclampsia, una enfermedad potencialmente mortal caracterizada por convulsiones y/o coma en la embarazada, cuyo tratamiento curativo es el parto. También tiene consecuencias a largo plazo, como un alto riesgo de preeclampsia en futuros embarazos y un riesgo elevado de enfermedad renal y problemas cardiovasculares, como arteriopatía coronaria, ictus e insuficiencia cardiaca en etapas posteriores de la vida.

Aunque el estudio no examinó los mecanismos que subyacen a esta asociación, los investigadores señalaron que la placenta puede desarrollarse de forma diferente en algunos embarazos con tecnologías de reproducción asistida que en los embarazos tradicionales, lo que aumenta la probabilidad de preeclampsia.

"El hecho de que el riesgo de preeclampsia sea dos veces mayor que en el embarazo tradicional no debe disuadir de considerar las técnicas de reproducción asistida. Sin embargo, es importante hacer un seguimiento con un cardiólogo-obstetra o un especialista en medicina materno-fetal para recibir la atención adecuada y un tratamiento oportuno si surgen problemas cardiovasculares", señala Mustafa.

El análisis inicial también halló tasas más elevadas de taquicardia supraventricular (frecuencia cardiaca más rápida de lo normal), edema pulmonar (acumulación anormal de líquido en los pulmones) y diabetes gestacional entre los embarazos asistidos por tecnología.

Los investigadores señalan que estas diferencias no fueron estadísticamente significativas en el análisis por grupos emparejados, lo que sugiere que las asociaciones previas al emparejamiento se debieron probablemente a factores de confusión. Además, las mujeres con embarazos asistidos por tecnología tuvieron una estancia hospitalaria un 33% más larga.

En la inmensa mayoría de los 5.874 embarazos del grupo de técnicas de reproducción asistida, la gestante estaba genéticamente emparentada con el embrión, y sólo 190 correspondieron a madres de alquiler gestacionales.

Los investigadores también señalaron que las madres de alquiler gestacionales eran, de media, más jóvenes y sanas que las personas que recurrían a la FIV u otras tecnologías reproductivas para lograr el embarazo con un embrión genéticamente emparentado, lo que podría explicar en parte por qué el análisis halló un riesgo relativamente menor de preeclampsia entre las madres de alquiler gestacionales.

Ahora planean seguir analizando los datos para determinar si determinados tipos de tecnologías reproductivas pueden conferir un riesgo mayor o menor de preeclampsia que otras tecnologías. También recomiendan un seguimiento más estrecho de los embarazos que utilizan tecnologías de reproducción asistida para permitir la detección precoz y el tratamiento adecuado de las complicaciones.