Elsa Punset nos da rutinas exprés para mejorar el día a día

Elsa Punset
CARLOTA LOBO
Actualizado: domingo, 13 marzo 2016 9:36

   MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El impacto de emociones bien cuidadas puede ser enorme en la vida, sin embargo la población, por lo general, falla en su cuidado y, según explica la escritora y divulgadora Elsa Punset, es porque "nos falta capacidad de analizarnos y comprendernos, para poder así transformarnos y mejorar día a día".

   "Es un proceso, y nos faltan criterios más claros para dibujar un buen mapa que nos ayude a llegar a vivir mejor", señala en una entrevista a Europa Press, con motivo de la publicación de 'El libro de las pequeñas revoluciones' (Destino), que pretende "ser una guía, una referencia amable y práctica para el difícil arte de vivir".

   "Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino", afirma la escritorio haciendo suyas las palabras de Gandhi. En su opinión mejorar cualquier ámbito de la vida implica cambiar la mirada de pequeños pensamientos, emociones y gestos rutinarios que marcan la existencia de cada uno, y para ello importante mantener unas rutinas emocionales.

   "Estamos hechos de hábitos, por ello tendemos a repetir errores. Estos hábitos dejan una huella física en el cerebro, se automatizan. Para contrarrestarlos, o cambiarlos, o mejorarlos, hay que repetir el gesto o el pensamiento hasta que se consolida y convierte en hábito. ¡Es como hacer gimnasia! No vale con hacer las cosas una vez. Se trata de entrenar la mente repetidamente, como un músculo, de aprovechar esta plasticidad o capacidad de adaptación del cerebro", explica.

   En su opinión se va a producir un cambio en la población respecto a lo que las emociones. Considera que el siglo XX ha sido el siglo del cuidado físico. "Eso no ha sido solo en España, ¡es algo universal! Este, en cambio, es el siglo del cerebro y de las emociones, en todo el mundo, porque la tecnología nos está permitiendo comprender por fin el cerebro, un cerebro emocional (donde la razón y la emoción no están enfrentadas, sino integradas), y tan entrenable como un músculo", explica.

   Lo bueno es que es posible entrenar las emociones a cualquier edad, "con gestos sencillos y eficaces, y aprender y desaprender aquellos hábitos, costumbres y maneras de actuar que ya no sirven, o que directamente pesan". A su juicio, todas las emociones tienen un sentido evolutivo, un mensaje, una utilidad.

   "Yo siempre digo que las emociones no son buenas ni malas, no son negativas o positivas... ¡son útiles o perjudiciales! ¡Depende de cómo las sepas gestionar! Podemos pasar de un papel muy reactivo, en el que nos dejamos llevar por emociones que no comprendemos, a otro más activo, más responsable, más consciente", afirma.

    "¡Vivir es un reto diario!", enfatiza, y para superarlo hay que saber manejar las emociones porque "en la base de cada pensamiento racional hay una emoción (de ahí que hablemos de "inteligencia emocional"). Además, desde un punto de vista social, las emociones son nuestro lenguaje básico y universal, el único que compartimos. ¿Cómo no vamos a aprender a hablarlo y gestionarlo?".

   El objetivo del libro es convertir las rutinas exprés que el libro marca en hábitos para conseguir mejoras significativas en la vida diaria. "Son pasos sencillos, nada traumáticos, pero que pueden abrir nuevas perspectivas vitales al lector. ¡Por eso son 250 pequeñas revoluciones!", afirma, reiterando que pretende que el libro se convierta en una guía capaz de "acompañar, inspirar y ayudar" al lector a poner nombre a las cosas que le pasan por dentro, "para resolverlas o gestionarlas mejor".

    "¡Hay docenas de objetivos, en función de cada rutina!", ensalza la escritora enumerando, entre otros, cuidarse, activarse, autoconocerse, aprender a descansar y desconectar, autoestima, estrés y ansiedad o la gestión de emociones y entornos tóxicos. Y así es porque realmente son 250 rutinas exprés que pretenden trabajar las habilidades sociales y emocionales básicas de las personas, con una metodología lúdica y palabras sencillas y claras.

CADA DÍA PUEDES ELEGIR TU RUTINAS EXPRÉS

   Para ello, Elsa Punset ha escrito un libro diferente que se mueve entre lo educativo, informativo, formativo, terapéutico y cuaderno de trabajo. "Es un libro-cuaderno bellamente ilustrado, donde el lector puede apuntar, escribir, dibujar... La idea es que haga suyo el libro. Lo cierto es que no hay libros parecidos, es original y muy actual, por lo sintético y lo práctico. ¡Está diseñado para una época en la que hay mucha información y poco tiempo para asimilarla!", afirma al definirlo.

   "Las rutinas son exprés, es decir, concisas", por eso se puede leer siguiendo el orden marcado por su autora o puedes abrir el libro al azar y dejarte sorprender, "como si salieses a correr por un camino o un parque desconocido". Lo que no hay que hacer nunca, advierte, es leerlo de un tirón. "Hay un índice extenso, y puedes elegir la rutina exprés que más te guste, o que sientes que necesitas... ¡y ensayarla hasta hacerla tuya ese día, o esa semana!", explica.

   El libro tiene vocación generalista, de referencia, para un público muy amplio, y por tanto quiere abarcar los grandes ámbitos de la vida humana, se divide en 4 bloques que abarcan la gestión emocional -"conocerse a uno mismo, gestionar esas emociones personales, y saber motivarse"-, y la gestión social -comprender y conocer a los demás, incluyendo la familia y el trabajo-.

    La escritora admite que muchas de las rutinas son como juegos que recuerdan a la juventud. "Creemos que aprender está reñido con entretenerse, divertirse, sorprenderse... ¡Pero es al contrario! Olvidamos lo que nos aburre. Recordamos lo que nos divierte y alegra. He querido que 'El libro de las pequeñas revoluciones' sea un libro lúdico, que inspire y acompañe al lector, que le sugiera pistas y enfoques nada traumáticos, que pueden aprenderse con naturalidad, ¡como cuando éramos niños y aprender a vivir y a relacionarse era divertido, incluso apasionante!", añade.