MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Más de 1.900 millones de adultos en todo el mundo tienen sobrepeso o son obesos, y para 2025 se proyecta que esa cifra aumentará a 2.700 millones. La obesidad eleva significativamente el riesgo de desarrollar 11 tipos diferentes de cáncer, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2, enfermedad cardiaca y patología del hígado graso no alcohólico (1,2).
Una nueva investigación en 'The Journal of Physiology' revela una posible explicación de los beneficios del ejercicio materno sobre el desarrollo fetal en las madres obesas: mejorar la función placentaria, lo que evita que el feto crezca demasiado y también ayuda a un mejor metabolismo en las madres.
La placenta realiza intercambios de nutrientes y oxígeno entre la madre y sus fetos, y la función placentaria se ve afectada debido a la obesidad materna, que probablemente altera el suministro de nutrientes y oxígeno al feto. Se sabe que el ejercicio durante el embarazo es beneficioso tanto para la salud materna como para el desarrollo fetal.
Este estudio de la Universidad del Estado de Washington, Estados Unidos, encontró que el ejercicio mejoró la función de la placenta, pero también el metabolismo de la madre. Es importante destacar que los bebés no nacieron más grandes de lo normal (lo que se asocia frecuentemente con la obesidad y las enfermedades metabólicas en la vida posterior) cuando las madres obesas hacían ejercicio.
En este análisis, se dio a hembras de ratones una dieta saludable (10 por ciento de energía de la grasa) o una dieta alta en grasas para volverse obesas y luego se aparearon. Cada uno de los grupos maternos se dividió en dos subgrupos: los que realizaron y no realizaron ejercicio durante la gestación. Los ratones hembra se ejercitaron entre los días 0 a 18,5 de embarazo (el término es de 20,5 días) y se analizaron la función placentaria y los cambios maternos y fetales.
Según los autores, estudios adicionales deben centrarse en la identificación de mecanismos que expliquen los efectos beneficiosos del ejercicio sobre el desarrollo placentario de las madres obesas. Los investigadores definirán el posible papel de los químicos secretados durante el ejercicio en el desarrollo de vasos sanguíneos en la placenta, que es fundamental para el suministro de nutrientes y oxígeno a los fetos, así como sus impactos a largo plazo en la salud de la próxima generación.
El autor principal del artículo, el doctor Min Du, de la Universidad del Estado de Washington, señala: "Comprender cómo podría ayudar el ejercicio materno a prevenir que las crías se vuelvan obesas o desarrollen enfermedades metabólicas nos ayudará a guiar mejor a las madres para que puedan asegurarse de que sus bebés estén lo más sanos posible".