MADRID, 2 Jul. (Reuters/EP) -
Los adultos que sobrevivieron a un cáncer cuando eran niños pueden vivir más tiempo si hacen ejercicio intenso, según un estudio realizado por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center en Nueva York (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista 'JAMA Oncology'.
A esta conclusión se ha llegado tras examinar los datos de la encuesta sobre la frecuencia, intensidad y duración de la actividad física de 15.450 adultos que habían sido tratados por cáncer infantil entre los años 1970 y 1999.
Los investigadores preguntaron a los participantes del estudio con qué frecuencia ejercitaban, con qué intensidad y qué actividades hacían. Posteriormente, calificaron los niveles de ejercicio y la intensidad de los participantes en función de una medida conocida como equivalente metabólico de la tarea (MET) horas a la semana.
Después de 15 años, las personas que lograron de 3 a 6 horas MET por semana tenían una tasa de mortalidad del 8,6 por ciento a los 15 años, mientras que los participantes que administraban entre 9 y 12 horas MET a la semana tenían una tasa de mortalidad del 7,4 por ciento. Del mismo modo, la tasa de mortalidad fue del 8 por ciento para las personas que lograron de 15 a 21 horas MET por semana.
Al mismo tiempo, entre un subconjunto de 5.689 sobrevivientes, las personas inactivas que aumentaron el ejercicio en un promedio de aproximadamente 8 MET horas por semana durante un período de ocho años fueron 40 por ciento menos propensas a morir durante el periodo de estudio, en comparación con los participantes que permanecieron constantemente inactivos.
El principal riesgo de morir prematuramente en los sobrevivientes de cáncer infantil es la enfermedad cardiovascular, por lo que, a juicio de los investigadores, el ejercicio puede atenuar el desarrollo o la progresión de esta patología en todas las formas en que lo hace en la población general.
Y es que, entre otras cosas, el ejercicio intenso regular puede ayudar a reforzar el sistema inmune y facilitar que las personas controlen su presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre.
Ahora bien, el estudio no ha evidenciado qué cantidad de ejercicio hay que realizar para aumentar la esperanza de vida y cuándo empezar a realizarlo tras el tratamiento oncológico. Si bien, los investigadores han recordado que la práctica de ejercicio físico aporta beneficios positivos a "muchas partes del cuerpo" e, incluso, al estado de ánimo y al bienestar general.