MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ejercicio físico no reduce la intensidad y el número de sofocos en la menopausia, según ha evidenciado una investigación llevada a cabo por los expertos del MsFLASH Research Network (Estados Unidos), los cuales subrayan que éste sí es beneficioso para muchos otros aspectos.
Este trabajo, que ha sido publicado en la revista científica 'Menopause', que es propiedad de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS, por sus siglas en inglés), sostiene que la actividad física "no suaviza el efecto provocado por los bochornos", a pesar de que tiene demostrados beneficios para la salud.
Así lo han concluido los especialistas tras desarrollar un programa de ejercicio aeróbico de 12 semanas sobre 248 mujeres sedentarias con frecuentes sofocos por estar en la menopausia o cerca de ella. En este estudio aleatorizado y controlado, 106 participantes realizaron esta práctica, mientras que 142 siguieron con su rutina normal.
Tras ello, han comprobado que el ejercicio tuvo pequeños efectos positivos sobre "la calidad del sueño, el insomnio y la depresión"; pero ninguna repercusión sobre los sofocos. Además, exponen que en la raza blanca sí se comprobó alguna diferencia aunque mínima, mientras que en las afroamericanas no se advirtió ninguna.
