MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos), de Bath (Reino Unido) y Southwest (China) han concluido que el sesgo-autoreferencial del cerebro hace a las personas egocéntricas "por naturaleza" y podría influir en la toma de decisiones que lleva a cabo la memoria a corto plazo.
"La gente se prioriza a sí misma en sus mentes. La pregunta es: ¿cómo de automática es esa priorización? ¿Es algo que no se puede evitar? Si es así, realmente podría sesgar la forma en que se toman decisiones", ha indicado el investigador sénior del estudio, publicado en 'Psychological Science', Tobias Egner.
Cuando los investigadores hablan de sesgo-autoreferencial y egocentrismo, se refieren concretamente a fenómenos como que una persona esté en medio de una conversación y se gire en al oír su nombre o busque su cara en una fotografía.
La hipótesis de la que partieron los científicos es que si siempre se coloca en primer lugar la información relacionada con el yo, entonces ese sesgo podría impulsar las decisiones al ponderar esa información con más fuerza y superar a otras cosas cuando se evalúan diferentes opciones.
El estudio ha analizado la memoria de trabajo, también conocida como memoria a corto plazo, que es "nuestra interfaz con el mundo", ha explicado Egner.
"Usamos la memoria de trabajo para tomar decisiones complejas cuando tenemos que ponderar diferentes informaciones y mantenerlas en la mente. Si una persona siempre pone la información relacionada consigo mismo primero, el sesgo podría dirigir las decisiones ponderando esa información con mayor fuerza en su memoria a largo plazo cuando evalúa diferentes opciones", ha agregado el experto.
El estudio incluyó a 102 personas que asociaron los colores azul, verde y púrpura con etiquetas de 'amigo', 'extraño' o 'propio'. Después, dos de esos puntos coloreados parpadeaban brevemente en la pantalla.
EL COLOR PROPIO, MÁS RÁPIDO
Los participantes identificaron correctamente la etiqueta de 'propio' "significativamente más rápido" que los puntos asociados a las etiquetas de 'amigo' o 'extraño, lo que, según el estudio, significa que la memoria de trabajo se focalizaba en estos puntos.
"A pesar de que es una asociación arbitraria de colores y ubicaciones que no tiene nada que la persona y no tiene sentido que priorice a uno sobre el otro para que le vaya bien en la tarea, mostramos de manera confiable en cuatro experimentos que siempre es más rápido responder a la autoreferencia", ha asegurado Egner.
Una variación del experimento mostró a los participantes la etiqueta de 'propio' la mitad de las veces que mostraba las dos restantes para ver si los participantes primaban esa incluso aunque eso les hiciera hacer peor la tarea.
"A pesar de que sería mucho más inteligente para ellos priorizar a las otros dos, aún son más rápidos con el color propio. Eso realmente sugiere que hay automaticidad allí. No podemos evitar priorizar el estímulo que está asociado con nosotros mismos", ha concluido el científico.