El efecto de envejecimiento por D-galactosa cambia según el sexo

Laboratorio, probeta análisis ensayo clínico
GETTY
Publicado: lunes, 19 febrero 2018 14:28

   CERDANYOLA DEL VALLÈS (BARCELONA), 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio coordinado por la Universitat Autònoma de Barcelona, en colaboración con la Universidad de La Laguna (ULL) de Tenerife, ha demostrado que los efectos de envejecimiento causados por el tratamiento crónico con D-galactosa --un azúcar-- son diferentes dependiendo del sexo.

   La investigadora principal del proyecto, Lydia Giménez, ha señalado que la particularidad de este trabajo es que "se han podido constatar algunos efectos neurotóxicos de forma contundente y observar diferencias importantes entre el sexo masculino y femenino", después de hacer pruebas con ratones, ha informado la UAB este lunes en un comunicado.

   Se ha hecho un análisis del comportamiento completo y multifuncional de los efectos crónicos con dosis bajas --50 y 100 mg/kg-- de D-galactosa en ratones macho y hembra de seis meses, que equivalen a 40 años de los seres humanos, y se ha obtenido que este azúcar provoca efectos proenvejecimiento a nivel sensoriomotor y en el sistema inmuneendocrino en hombres y alteraciones en el rendimiento motor, algunos procesos de aprendizaje y capacidad de recoger información del entorno y la orientación en el sexo femenino.

   El investigador de la ULL y coautor del estudio, Rafael Castro, ha destacado los efectos positivos en ellos y los esperados en ellas, subrayando la mejora en aspectos como la memoria, "estos resultados señalan la complejidad de los efectos a nivel funcional, por esta razón estas observaciones abren nuevas vías de investigación" para descubrir los mecanismos neuronales subyacentes y entender la vulnerabilidad y protección diferencial observada.

   El trabajo, publicado en el 'Journal of Gerontology: Biological Sciences and Medical Sciences', forma parte de la tesis doctoral de la primera autora del artículo, Raquel Baeta-Corral, y ha puesto en evidencia "la necesidad de considerar el sexo femenino y masculino como dos escenarios naturales excepcionales", tal como ha remarcado Giménez.