MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los efectos negativos para la salud del tabaquismo pasivo parece afectar más a las niñas que a los niños, sobre todo en aquellos que tienen más sensibilidad alérgica en sus primeros años de vida, según los resultados de una investigación de un grupo de epidemiólogos de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos.
En concreto, y según informa la revista 'Pediatric Allergy and Immunology', dicho estudio revela que los menores expuestos al humo del tabaco que además presentan sensibilidad alérgica en sus dos primeros años de vida tienen más riesgo de tener una menor función pulmonar años más tarde, a los siete años, en comparación con aquellos que no tienen alergia.
Además, la función pulmonar entre las niñas fue seis veces peor que en los niños que estuvieron expuestos a niveles similares de humo y presentaban la misma sensibilización a alergenos.
Para ello, los investigadores examinaron una población de 476 niños del área metropolitana de Cincinnati, que fueron examinados desde el nacimiento hasta tener un mayor riesgo de alergias según su historial familiar y por vivir cerca de carreteras principales.
De todos ellos, se fueron tomando muestras de cabello a los 2 y 4 años para medir las concentraciones medias de cotinina, metabolito de la nicotina que se utiliza para medir la exposición al tabaco.
Asimismo, cada año se sometieron a pruebas cutáneas sobre alergia (todos los niños tenían precedentes alérgicos en al menos uno de sus progenitores), respondieron a cuestionarios sobre síntomas alérgicos y al ambiente al que estaban sometidos en su casa y en la escuela y, a los 7 años, se les midió la función pulmonar y se sometieron a pruebas para el diagnóstico de asma.
"Nuestro estudio muestra que el momento de la sensibilización alérgica es crucial porque los niños que son sensibles a los 2 años son más propensos a sufrir déficits pulmonares durante la infancia como fruto de la exposición al humo de segunda mano", ha reconocido Kelly Brunst, autora del estudio, que apunta que esta asociación "no se observó a los cuatro o siete años".
Dicho estudio es el primero en estudiar la diferencia de género de la exposición involuntaria al humo del tabaco, al tiempo que muestra la importancia de la oportunidad y alcance de la sensibilización alérgica en la función pulmonar.
Estudios previos habían estimado que uno de cada cuatro niños de Estados Unidos cuyos padres --al menos uno de ellos-- es fumador, tienen concentraciones de cotinina el doble de altas que quienes no viven con fumadores. Además, la exposición al humo del tabaco durante la infancia también se ha asociado con enfermedades respiratorias, una disminución de la función pulmonar y aparición de asma.
Pero los resultados de este estudio lo que muestran ahora es una "interacción compleja" entre el humo de segunda mano y la pérdida de la función pulmonar en los niños y las niñas que "depende del tiempo de exposición, del niño" y, asimismo, "de otros factores de sensibilidad e incluso de las hormonas sexuales".