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MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El tabaquismo podría estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar esclerosis lateral amiotrófica, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Archives of Neurology'.
Los autores explican que la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es un trastorno neurodegenerativo de las neuronas motoras que afecta a más de 5.500 pacientes nuevos cada año, sólo en los Estados Unidos. "No existe cura para la ELA y los pocos tratamientos existentes tienen una eficacia limitada. Alrededor del 90 por ciento de los casos de ELA son esporádicos y de un origen desconocido, posiblemente ambiental", señalan los expertos.
Los investigadores, dirigidos por Hao Wang, examinaron la asociación entre el tabaquismo y la ELA mediante el análisis de los datos de cinco estudios diferentes a largo plazo en los que participaban un total de 1,1 millones de personas, de las que 832 tenían ELA. El seguimiento de estas personas incluyó un periodo de tiempo que iba de 7 a 28 años.
Las tasas de ELA en los cinco estudios combinados aumentaban con la edad y eran superiores en hombres en todos los grupos de edad. Aquellos que habían fumado alguna vez al inicio del estudio tenían un mayor riesgo de ELA en comparación con quienes no lo habían hecho nunca. Los que fumaban durante el estudio tenían un 42 por ciento más de riesgo de desarrollar la enfermedad y los ex-fumadores tenían un 44 por ciento más de riesgo.
El riesgo de desarrollar ELA también aumentaba según el número de paquetes por año fumados y el número de años que se fumó esta cantidad. Adicionalmente, la media de cigarrillos que se fumaba al día y la duración del tabaquismo se asociaban de forma positiva con la ELA cuando se examinaban de forma independiente y no combinada con los paquetes por año.
El riesgo de desarrollar ELA aumentaba en un 10 por ciento por cada incremento de 10 cigarrillos al día y el 9 por ciento por cada diez años de tabaquismo. Sin embargo, estas asociaciones no persistían cuando los que nunca habían fumado se excluyeron. Entre quienes fumaban, el riesgo de ELA aumentaba cuando la edad a la que comenzaban a fumar descendía.
Los autores apuntan que se han sugerido varios posibles mecanismos por los que el tabaquismo podría influir en el riesgo de ELA, incluyendo los daños neuronales directos del óxido nítrico u otros componentes del humo de los cigarrillos como residuos de pesticidas utilizados en el cultivo de tabaco, o procedentes del estrés oxidativo.
Los componentes químicos presentes en el humo del tabaco generan radicales libres y productos de la peroxidación lipídica y los fumadores tienen una mayor salida de vitamina C, un importante antioxidante. La exposición al formaldehído, un subproducto de la combustión producto del tabaquismo se asoció en 2008 con un mayor riesgo de ELA.