MADRID 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres que tienen una ligadura de trompas se realizan menos citologías, teniendo un mayor riesgo de padecer cáncer de cuello de útero, según ha mostrado un estudio realizado por un equipo dirigido por el oncólogo ginecológico en el Programa de Oncología de la Mujer en el Hospital Women & Infants de Rhode Island (Estados Unidos), Cara A. Mathews .
El objetivo de este estudio, que ha sido publicado en la revista 'Oncología Ginecológica Profesional', fue investigar cualquier conexión que hubiera entre los diferentes tipos de anticonceptivos y las tasas de cáncer.
Para ello, los participantes se sometieron a una colposcopia después de haber tenido una prueba de Papanicolaou anormal. Además, los investigadores utilizaron un cuestionario para identificar los factores asociados con el cáncer, así como la frecuencia con la que las mujeres se sometieron a las pruebas de Papanicolaou.
Concretamenbte, la prueba de Papanicolaou detecta cambios en las células del cuello del útero y muestra si la mujer tiene una infección, y si tiene células anormales del cuello uterino o cáncer cervical.
"Anteriormente, hemos asesorado a las mujeres a hacerse una prueba de Papanicolaou cada dos años comenzando a la edad de 21 años. Las mujeres de más de 30 años con tres o más pruebas de Papanicolaou normales fueron capaces de intervalos de cribado de espacio a cada tres años. Y las mujeres mayores de 65 años sin factores de riesgo no es necesario mantener la evaluación", ha comentado Mathews.
Sin embargo, los investigadores han comprobado que las mujeres que se han sometido a una ligadura de trompas son menos propensas a someterse a pruebas de Papanicolaou con regularidad, en comparación con aquellas que utilizan otros métodos anticonceptivos.
