MADRID 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El 52 por ciento de los adultos en Estados Unidos piensa que las nuevas bebidas alcohólicas con sabores artificiales promueven el consumo de alcohol entre los menores, por lo que la mayoría (92%) sería partidaria del uso de etiquetas de advertencia y de impulsar (84%) restricciones a su comercialización, según la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil realizada por el Hospital C.S. Mott de Niños.
El informe señala el sabor dulce, el aspecto espumoso y el olor a frutas de estas bebidas puede hacer que se confundan con bebidas no alcohólicas. Sin embargo, suelen contener "entre un 5 y uno 8 por ciento de alcohol, que es un poco más que la mayoría de las cervezas, y se comercializan para que a los chicos les parezcan como bebidas familiares", según el director de la encuesta, Matthew Davis.
Denuncia también el trabajo que muchas de estas bebidas suelen contener alcohol destilado --como vodka o whisky--, aunque en la mayor parte de Estados Unidos están clasificadas como "bebidas de malta", similares a la cerveza, una catalogación que permite que estos productos puedan dirigirse a un público más amplio, en revistas y a través de Internet, y que se vendan en comercios minoristas.
En esta encuesta, el 75 por ciento de los adultos reconoce que considera el consumo de alcohol entre menores de edad como un problema en Estados Unidos. "El consumo de alcohol por parte de los menores es bastante común en Estados Unidos. Alrededor del 20 por ciento de los alumnos de octavo grado y el 40 por ciento de los alumnos de duodécimo grado toman bebidas alcohólicas", indicó Davis.
"Estas cifras son, realmente, más bajas que a mediados de la década de 1990, pero siguen siendo elevadas, si se consideran los problemas que pueden derivarse del consumo de alcohol por parte de los menores", apuntó el experto, quien destaca entre los problemas que puede generar este consumo en los jóvenes, el desarrollo temprano de problemas de alcoholismo o la conducción temeraria, entre otros.