MADRID, 30 May. (Reuters/EP) -
Los médicos del Hospital Brigham and Women's en Boston han informado de que la mayoría de los pacientes con trasplante de cara, a lo que han estado siguiendo durante aproximadamente cinco años, continúan mostrando una mejora en la calidad de vida.
Sus nuevas caras están funcionando, en términos de control de movimiento, en aproximadamente el 60 por ciento de lo que como lo haría una cara normal, y los pacientes están viendo una "mejora significativa" en la capacidad de sentir calor, frío y presión sobre la piel.
"En algunos de ellos, no podría ser capaz de decir que tuvieron un trasplante). Algunos de ellos no parecen normales, pero parecen humanos. Pero si los miras antes y después, es de noche y de día. Y todavía hay maneras en que estamos tratando de mejorar los resultados, tanto estética como funcionalmente", ha señalado a Reuters Health el doctor Bohdan 'Bo' Pomahac, director de trasplantes de cirugía plástica en el hospital, en una entrevista telefónica.
Antes de la cirugía, todos tenían al menos un área de daño severo, como la pérdida de un labio superior o nariz, además de tener un 25 por ciento de la cara dañada por una lesión como una quemadura o un trauma. El equipo informa sobre el progreso de seis pacientes, cuatro hombres y dos mujeres- Dos de los seis tuvieron trasplantes parciales-, en una carta en el 'New England Journal of Medicine'.
Todos los pacientes menos uno reportan una mejor calidad de vida. Sus puntuaciones de depresión no han cambiado y han sido capaces de sentir el tacto en la cara además de poder mover los músculos faciales donde, de lo contrario, no tenían una alternativa viable. "Pueden hablar mejor, comer mejor y respirar mejor", ha explicado el médico.
Recuperar el 60 por ciento de la capacidad de mover los músculos faciales es "lo que uno esperaría con cualquier lesión en los nervios si lo cortara o reparara", ha añadido, explicando que la mejora tiende a desvanecerse después de dos años. Sin embargo, "después de dos años, los músculos que están trabajando están funcionando, y los músculos que no lo están, son esencialmente atróficos y no funcionarán".
"Imagina tu sonrisa más amplia. Ellos hacen alrededor del 60 por ciento de eso. Algunos movimientos faciales sutiles no se pueden detectar en ellos, pero la tristeza, la felicidad, se pueden expresar", ha explicado, añadiendo que, aunque una vez tuvieron un sentimiento mínimo o nulo en la cara después del trasplante, "ahora pueden sentir que es como antes del accidente".
Todos los receptores deben continuar tomando medicamentos para prevenir el rechazo inmune, y los médicos han tenido que lidiar con entre dos y siete episodios de rechazo por paciente. "Si observan los tipos de infecciones que están contrayendo (mientras toman medicamentos antirrechazo) no son particularmente preocupantes y reflejan lo que encuentra en la literatura sobre trasplantes de órganos", concluyó Pomahac.