MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de la Academia Americana de Odontología General (AGD, en sus siglas en inglés) asegura que tocar un instrumento de música puede representar un riesgo para la salud de los músicos, sobre todo si son niños, tras haber comprobado que pueden albergar diferentes tipos de hongos y bacterias.
Según los resultados de un estudio que publica en su último número la revista 'General Dentistry', esta contaminación se ha detectado tanto en instrumentos de metal como de madera, generalmente ya usados, y algunas de las bacterias detectadas se asocian a enfermedades infecciosas y alérgicas "muy serias".
"Muchos niños participan en una banda de música o tocan en su escuela y, generalmente, los instrumentos que usan son prestados", ha reconocido Thomas R. Glass, principal autor del estudio.
De este modo, añade, "si no se limpian de forma adecuada, las bacterias y los hongos pueden crecer durante semanas e incluso meses después del último uso".
En concreto, en el estudio se analizaron 117 partes de 13 instrumentos diferentes de una banda de instituto, incluyendo boquillas, zonas de contacto y cámaras internas. Seis de estos instrumentos se habían tocado hacía una semana, y los otros siete llevaban más de un mes sin usarse.
En total, Glass y su equipo detectaron un total de 442 bacterias diferentes, muchas de la familia de los 'staphylococcus', que causa fuertes infecciones. Asimismo, se encontraron 58 muestras de mohos y 19 de levaduras, que generalmente causan infecciones en la piel, sobre todo alrededor de la boca y los labios.
"Los padres no se dan cuenta de que los instrumentos de su hijo podrían contribuir al desarrollo de asma", ha explicado este experto, reconociendo que este tipo de utensilios son "un caldo de cultivo" para las bacterias.
Los investigadores encontraron además que muchas de estas bacterias pueden causar enfermedades en humanos y son altamente resistentes a los antibióticos más utilizados, por lo que insisten en la necesidad de esterilizar los instrumentos antes de usarse.
"Los instrumentos deben ser limpiados después de cada uso para reducir la presencia de microorganismos", ha explicado Cynthia Sherwood, añadiendo que "la limpieza no debe limitarse a la boquilla", ya que "las bacterias se expanden por todo el instrumento."
Así, ambos expertos recomiendan el uso de paños de limpieza y soluciones específicas para los instrumentos, así como que no se compartan con los demás.