MADRID 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio publicado en la revista 'BioMed Central' sugiere que los traumas infantiles pueden estar relacionados con el tabaquismo adulto, sobre todo en mujeres, de ahí que los autores recomienden tenerlos en cuenta a la hora de iniciar una terapia para dejar de fumar.
Las experiencias adversas de la infancia pueden llegar a permanecer con quien las padece toda su vida, y abarcan desde abusos físicos o psíquicos a problemas familiares como abandono o la pérdida de un ser querido. De hecho, uno de los mayores estudios de investigación realizados al respecto reveló que más del 60 por ciento de la población adulta presentaba algún tipo de trauma de su infancia.
Aunque ya se sabe que algunos trastornos psiquiátricos, como la depresión o la ansiedad, aumentan el riesgo de fumar, los autores del estudio decidieron investigar la presencia de traumas infantiles en fumadores adultos, para lo que sometieron a un cuestionario a más de 7.000 personas, de los que más de la mitad eran mujeres.
Incluso después de ajustar los datos por factores conocidos que afectan a la propensión de una persona a fumar, como el alcoholismo o el hecho de que sus padres fumen durante la infancia del sujeto, las mujeres que habían sido física o emocionalmente maltratadas fueron de 1,4 veces más propensas a fumar. Asimismo, aquellas cuyo padre había pasado por la cárcel durante su infancia tenían el doble de probabilidades.
Según ha explicado una de las autoras del estudio, la profesora Tara Strine, "lo llamativo del estudio es que el aumento del riesgo de fumar sólo se haya detectado entre las mujeres", si bien apunta que "quizá esto sólo quiera decir que los hombres tienen otro mecanismo de supervivencia a sus traumas infantiles aún por descubrir".
Además, apunta a la necesidad de incluir en las actuales estrategias de deshabituación tabáquica una especial atención a esta posible relación en caso de iniciar un abordaje psicológico de aquellas mujeres que quieran dejar de fumar.