MADRID 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, han demostrado que, aunque el aumento de los ingresos es importante para la felicidad de una persona, la clave para disfrutarlo plenamente está en mantener una actitud optimista ante la vida.
Así se desprende de los resultados de un estudio que publica la revista de la Asociación Americana de Psicología 'Journal of Personality and Social Psychology', que se basó en las respuestas de 806.526 personas de 135 países desde 2005 hasta 2011.
"Hemos encontrado que tener más ingresos conduce a una mayor felicidad pero depende de lo optimista que sea la gente, y de que no tengan deseos inalcanzables para que los puedan disfrutar de verdad", ha reconocido el psicólogo Edward Diener, uno de los autores del estudio.
Los investigadores recopilaron datos de la primera Encuesta Mundial de Gallup, que realizó encuestas por teléfono y visitas a domicilio, en las que los encuestados calificaron sus vidas en una escala de cero (peor vida posible) a 10 (mejor vida posible) y respondieron a preguntas sobre emociones positivas o negativas experimentadas el día anterior.
Sus respuestas fueron comparadas con el Producto Interior Bruto (PIB) de cada país per cápita, obtenidos del Fondo Monetario Internacional, y con los ingresos de cada hogar encuestado.
Para medir el nivel de las posesiones materiales de los participantes, en la encuesta se preguntó si tenían suficiente dinero para comida, para pagar la hipoteca, si tenían televisión o conexión a Internet. De igual modo, se les preguntó por su optimismo sobre el futuro.
De este modo, observaron que el aumento de los ingresos familiares se asociaba con una mejor percepción de su vida y más sentimientos positivos. En cambio, el PIB per cápita estaba menos relacionado con el sentimiento de bienestar personal de los encuestados.
Además, se observó que el aumento de la riqueza estaba vinculada principalmente a mejoras en el bienestar cuando la gente era más optimista la gente fuera capaz de comprar más cosas materiales, tales como un televisor y acceso a Internet, además de ser más optimista y satisfecho con sus finanzas.
Esta nueva investigación ofrece luz sobre la 'paradoja de Easterlin', un concepto introducido en 1974 que sugería que el crecimiento económico de las naciones no conduce a una mayor felicidad.
"Nuestra investigación contradice esta idea al considerar que el aumento del ingreso sólo tendrá efecto si el optimismo o los deseos son positivos", ha explicado.