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MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Un estudio internacional en el que participan centros de Países Bajos, Estados Unidos y Canadá muestra que la enfermedad celiaca y la enfermedad de Crohn, ambos trastornos inflamatorios del tracto gastrointestinal, comparten al menos cuatro localizaciones genéticas que aumentan el riesgo de que la persona portadora las desarrolle. Los resultados del estudio se publican en la revista 'PLoS Genetics'.
Los investigadores realizaron un meta-análisis combinado de datos genómicos de ambas enfermedades y han identificado dos nuevas localizaciones de riesgo compartidas y dos que habían sido identificadas de forma independiente en cada enfermedad. En el trabajo han participado investigadores de la Universidad de Groningen, en Países Bajos; el Instituto Broad, en Estados Unidos; y la Universidad y el Instituto del Corazón de Montreal en Canadá.
El origen de la enfermedad celiaca y la enfermedad de Crohn sólo se conoce en parte, aunque se sabe que existen factores de riesgo genéticos y ambientales implicados en su desarrollo. Al menos uno de cada 100 individuos del mundo occidental desarrolla enfermedad celiaca y aunque la enfermedad de Crohn es mucho menos común, puede estar acompañada por síntomas muy graves al afectar a todo el tracto gastrointestinal.
Los pacientes celiacos desarrollan una inflamación del intestino delgado en reacción al gluten, mientras que no existe un autoantígenos conocido específico para la enfermedad de Crohn. Sin embargo, se cree que la principal causa de la enfermedad de Crohn es una alteración de la respuesta inmune ante las bacterias intestinales.
Dado que se ha mostrado en anteriores ocasiones que los pacientes celiacos se encuentran bajo un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Crohn, se ha considerado la posibilidad de que ambos trastornos compartan localizaciones genéticas de riesgo.
El estudio combinó los resultados de investigaciones genéticas sobre las dos enfermedades para mostrar que parte del contexto genético de ambas es compartido, lo que confirma un origen común para estos trastornos.
Los investigadores concluyen que, aunque se necesitan estudios adicionales para conocer los mecanismos por los que estas variantes genéticas influyen en la enfermedad de Crohn y la enfermedad celiaca, el estudio actual proporciona una prueba primordial de que se pueden identificar factores de riesgo compartidos entre enfermedades relacionadas mediante la combinación de datos genéticos procedentes de enfermedades distintas clínicamente.