El ejercicio podría ayudar a prevenir daños en el cerebro causados por el Alzheimer

Actualizado: martes, 16 agosto 2011 19:50

MADRID 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

Practicar ejercicio de manera regular podría ayudar a prevenir daños en el cerebro asociados a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, según una investigación recogida por la publicación de Elsevier 'Brain, Behavior, and Immunity'.

"El ejercicio permite al cerebro producir rápidamente los productos químicos que previenen una inflamación perjudicial", asegura el director del estudio y profesor en el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental de Estados Unidos, Jean Harry, quien añade que "esto podría ayudarnos a desarrollar una estrategia terapéutica para la intervención temprana en la prevención de daños en el cerebro."

Las investigaciones anteriores han demostrado que el ejercicio tras una lesión cerebral puede ayudar a los mecanismos de reparación. Este nuevo estudio muestra que el ejercicio antes de la aparición de daños cerebrales modifica el medio ambiente de tal manera que las neuronas se protegen de los ataques graves.

El estudio utilizó un modelo experimental de daño cerebral, en el que los ratones son expuestos a una sustancia química que destruye el hipocampo, un área del cerebro que controla el aprendizaje y la memoria. Los ratones que se ejercitaban de manera regular antes de la exposición produjeron interleucina-6 en el cerebro, lo que reduce la respuesta inflamatoria dañina a este daño, y evita la pérdida de la función que se observa generalmente.

Por su parte, las terapias farmacológicas para regular a la baja la inflamación y la dirección de deterioro cognitivo en los adultos mayores y personas con Alzheimer, han tenido menos éxito. Esta investigación ayuda a entender cómo el ejercicio puede ser usado para afectar la trayectoria de muchas enfermedades humanas, tales como trastornos del neurodesarrollo y las enfermedades neurodegenerativas.

Además, no sólo se utiliza como un modelo de daño en las neuronas, sino que también plantea la posibilidad de que el ejercicio pueda ofrecer protección contra los efectos potencialmente nocivos de las toxinas ambientales.

"Esta serie de experimentos revela una vía alternativa por la que el ejercicio físico voluntario puede proteger las neuronas del hipocampo", explica la doctora Ruth Barrientos del Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Colorado (Estados Unidos).

"El estudio sobre el papel del ejercicio como una intervención terapéutica se profundizará en los próximos años. Tal vez el mayor reto con esta línea de investigación no sea hallar más pruebas convincentes de los efectos anti-neuroinflamatorios del ejercicio, sino conseguir que los seres humanos hagan ejercicio regularmente de forma voluntaria", concluye Barrientos.