MADRID 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
El desgaste que supone para el metabolismo de una persona pasar una noche sin dormir equivale a caminar tres kilómetros, según concluye un estudio de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), que calcula el coste metabólico de la falta de sueño.
"Hemos descubierto que la gente gasta más energía cuando está despierta en la cama que cuando está dormida", afirma uno de los autores del trabajo, el profesor Kenneth Wright, que explica que los resultados han demostrado que en ocho horas de vigilia se queman aproximadamente 135 calorías.
El estudio se basa en el análisis de siete adultos que estaban obligados a permanecer en la cama durante los tres días que se prolongó la investigación. Tuvieron que seguir dietas estrictas que reunían las cantidades energéticas necesarias diarias con un calendario de comidas fijo. Mientras, los participantes pasaron la noche viendo películas, leyendo y hablando.
La cantidad de energía consumida por estas personas durante las 24 horas de privación de sueño fue de hasta un 7 por ciento, en comparación con una típica noche de sueño. En contraste, el gasto de energía disminuyó aproximadamente un 5 por ciento durante la 'fase de recuperación', tras las 16 horas de vigilia.
"La comprensión de la función del sueño, especialmente en los seres humanos, es considerada uno de los enigmas científicos más importantes de la Medicina", señala Wright, que asegura que, "si bien el ahorro de energía que logran las personas durante el sueño puede parecer relativamente pequeño, en realidad es mucho mayor de lo que se cree".
RELACIÓN CON LA OBESIDAD
Los investigadores consideran que este trabajo puede tener implicaciones para las personas con trastornos del sueño como el insomnio o la apnea. El primero se caracteriza por la dificultad de conciliar el sueño, mientras que el segundo lo padecen quienes se despiertan constantemente durante el estado de reposo.
Por otra parte, los científicos están muy interesados en conocer cómo la pérdida de sueño puede contribuir al aumento de peso y la obesidad, dijo Wright. En este sentido, el estudio subraya que el gasto de energía durante la privación del sueño no es una estrategia segura o efectiva para la pérdida de peso, aunque reconoce que se necesita más investigación para entender cómo cortos horarios de sueño nocturno, de seis horas o menos durante muchos días, contribuyen al aumento de peso.