MADRID 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell en California (Estados Unidos) ha probado con éxito en ratones una vacuna que, de demostrarse su eficacia en humanos, podría ser el primer tratamiento para romper y revertir el hábito de los cocainómanos, pero también de otras adicciones, como la de la nicotina, la heroína y la metanfetamina.
Por el momento, los experimentos realizados han logrado la inmunidad a largo plazo inyectándoles una vacuna única que combina fragmentos de virus del resfriado común con una partícula que imita a la cocaína.
"Los datos recabados demuestran que es posible proteger a un organismo vivo, como los ratones, contra los efectos de la cocaína, y creemos que este enfoque podría ser muy prometedor en la lucha contra la adicción que padecen los seres humanos", explica el presidente y profesor de Medicina Genética del Weill Cornell Medical College, Ronald Crystal.
Tras la experimentación, el efecto de la vacuna se prolongó durante al menos 13 semanas, el mayor periodo de tiempo evaluado hasta el momento. Teniendo en cuenta que estos ensayos no requieren una alta financiación, los investigadores esperan poder actuar rápidamente con seres humanos y estudiar sus efectos.
BLOQUEA LA DROGA EN EL CEREBRO
"Esta vacuna suprime los efectos estimulantes de la droga y, a diferencia de otros tipos de tratamiento, no interfiere en los objetivos neurológicos de la droga, sino que bloquea la cocaína cuando ésta llega al cerebro", asegura uno de los co-autores de la investigación, el profesor Kim Janda.
De acuerdo con las últimas estadísticas del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), en 2008 un total de 5,3 millones de estadounidenses mayores de 12 años había abusado de la cocaína en cualquier forma y 1,1 millones se había excedido con el crack al menos una vez al año.
La cocaína, derivada de la hoja de la planta de coca, es una droga muy potente que puede inhalarse, disolverse en agua o inyectarse directamente en el torrente sanguíneo. A menudo, también se neutraliza para hacerse insoluble y se fuma.
ÉXITO TRAS MUCHOS FRACASOS
Una vez que se ingiere en el torrente sanguíneo, la droga atraviesa la barrera hematoencefálica y se acumula rápidamente en el cerebro. "Cuando llega al sistema nervioso su presencia aumenta muy rápidamente en los niveles cerebrales", afirma Janda.
En trabajos anteriores, Janda y su equipo desarrollaron formulaciones alternativas a esta vacuna contra la cocaína, que también actuaban mediante la estimulación de una respuesta inmune activa contra la droga en el torrente sanguíneo. Sin embargo, diversos inconvenientes y sucesivos fracasos hicieron imposible su aplicación en ensayos clínicos.