MADRID 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Consumir una dieta sana, a base de vegetales, fruta, cereales integrales, productos bajos en grasa, pollo y pescado puede reducir el riesgo de mortalidad en personas mayores, según un estudio de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), a publicar en enero de 2011 en 'Journal of the American Dietetic Association'.
Los investigadores analizaron los patrones de alimentación de unos 2.500 adultos entre los 70 y los 79 años de edad durante un periodo de 10 años. El objetivo era estudiar la asociación entre los distintos tipos de dietas y la supervivencia de los sujetos del estudio, además de evaluar la calidad de vida de los participantes.
El método que emplearon fue determinar el consumo frecuente que realizaban los participantes de 108 alimentos, para lo que crearon seis grupos, según los alimentos que más incluía cada uno en sus menús: el grupo de los consumidores de comida saludable (374); productos bajos en grasa (332); carne, fritos y alcohol (693); cereales de desayuno (386); cereales refinados (458), postres (339).
El grupo de consumidores de comida saludable presentaba una ingesta relativamente alta de productos bajos en grasa, fruta, cereales integrales, pollo, pescado y verdura, frente a un bajo consumo de carne, fritos, dulces, bebidas con muchas calorías y grasas añadidas. Mientras tanto, el grupo que consumía productos lácteos grasos presentaba un elevado consumo de helados, queso, leche entera y yogur, además de una baja ingesta de pollo, lácteos bajos en grasas, arroz y pasta.
Tras controlar variables como el género, la edad, la raza, la educación, la actividad física, si eran o no fumadores y la ingesta total de calorías, el equipo que consumía lácteos grasos presentó un 40 por ciento más de riesgo de mortalidad que en grupo de los menús saludables. El riesgo de mortalidad de quienes consumían dulces y postres fue un 37 por ciento mayor. No hubo diferencias significativas en el riesgo de mortalidad entre los participantes que tomaban cereales de desayuno o de grano refinado.
Según explica la líder de este estudio, Amy L. Anderson, investigadora del Departamento de Nutrición y Ciencias Alimentarias de la Universidad de Maryland, "el resultado de este estudio sugiere que los mayores que siguen una dieta acorde con las recomendaciones de las guías, consumiendo cantidades relativamente altas de verdura, fruta, cereales integrales, productos bajos en grasa, pollo y pescado podrían tener un menor riesgo de mortalidad".
"Como un importante porcentaje de mayores participantes en este estudio seguían una dieta saludable, la adherencia a este tipo de medida parece factible y realista para mejorar la supervivencia y la calidad de vida en la creciente población de mayores. En 2030, unos 973 millones de personas en el mundo tendrán 65 años o más.