EE.UU.- El aire de la ciudad aumenta el riesgo de infarto en personas con patologías cardiovasculares, según un estudio

Actualizado: martes, 8 septiembre 2009 19:29

MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un estudio elaborado por expertos de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha revelado que la inhalación durante tan sólo dos horas de aire de la ciudad causa un "incremento significativo" en la presión sanguínea diastólica que, en personas con una enfermedad cardiovascular, es un factor desencadenante de un ataque cardiaco o un infarto, según la investigación publicada en la revista de la Asociación Estadounidense de Cardiología 'Hipertension'.

El equipo investigador utilizó para sus pruebas una instalación móvil que medía la calidad del aire en las ciudades de Toronto (Canadá) y Ann Arbor (Estados Unidos) con la que se podía recolectar el aire presente en cada día y luego concentrarlo para la exposición humana.

Los resultados determinaron que unas pequeñas partículas microscópicas procedentes de la quema de combustibles fósiles, y no los gases de ozono que también formaban parte de la contaminación ambiental, causaron un aumento de la presión sanguínea y una constricción de los vasos sanguíneos tras minutos u horas de exposición a ese aire.

Estas micropartículas --que aproximadamente son igual de grandes que una décima parte del diámetro de un cabello humano-- se depositan profundamente en los pulmones y pasan el flujo sanguíneo, provocando que la alteración se mantenga hasta 24 horas después de inhalar ese aire, según afirma el estudio en el que participaron 80 voluntarios.

En este sentido, los autores del estudio explican que hay formas prácticas para evitar la exposición a los altos niveles de contaminación del aire presentes en las grandes ciudades.

"Por ejemplo pueden evitarse los viajes largos o el ejercicio al aire libre durante las horas de mayor tránsito de vehículos, o cerca de autopistas o avenidas muy transitadas", señaló el especialista en Cardiología Ambiental y autor principal del estudio, Robert D. Brooks.

De hecho, "si se anuncia que los niveles de contaminación serán elevados, las personas con enfermedades cardiacas, diabetes o enfermedades pulmonares deberían evitar realizar actividades al aire libre", recomendó.