MADRID 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Servicio de Investigación del Departamento de Agricultura estadounidense en Peoria han desarrollado un método para convertir el aceite de soja en un ingrediente activo de las cremas solares que podría sustituir los ingredientes derivados del petróleo de algunos de estos productos. Los descubrimientos se han hecho públicos durante la reunión nacional de la Sociedad Química Americana que se celebra esta semana en San Francisco (Estados Unidos).
Los autores del trabajo, dirigidos por Joseph Laszlo, explican que los productos de protección solar han experimentado un aumento espectacular en los pasados años pero que a la vez han aparecido dudas sobre algunos de sus componentes. "Uno de ellos es, por ejemplo, una sustancia conocida como oxibenzona que se cree puede alterar mecanismos hormonales que contribuirían a una alteración de la reproducción de las especies acuáticas", explica Laszlo.
Los investigadores intentan proporcionar materiales para el cuidado de la piel inspirados en la naturaleza que eviten posibles perjuicios para la salud y a la vez tengan un menor impacto ambiental. Los protectores solares se encuentran entre las sustancias denominadas "productos farmacéuticos y de cuidado personal" que constituyen una relativamente nueva familia de contaminantes del agua, con posibles efectos adversos para la salud de especies animales y personas.
Los protectores solares previenen el cáncer de piel al defender el organismo de dos tipos de luz ultravioleta, la de tipo A que está vinculada a la formación de especies de oxígeno reactivo y la de tipo B que causa quemaduras solares. Algunos ingredientes generan de estos productos generan especies de oxígeno reactivo al exponerse a la luz ultravioleta A que pueden dañar el ADN. Durante años la industria se ha centrado en ofrecer protección para la luz ultravioleta B.
Los científicos han desarrollado una tecnología para convertir el aceite de soja en un ingrediente activo natural para los productos de protección solar. El nuevo sistema implica incorporar el ácido ferúlico, que se encuentra de forma natural en cientos de plantas, en el aceite de soja.
El uso del ácido ferúlico junto con aceite vegetal produce un material resistente al agua capaz de absorber la luz ultravioleta A y B. Además, se puede utilizar como producto antienvejecimiento y antiarrugas, apunta Laszlo. El nuevo material denominado FSG, siglas de 'feruloyl soy glycerides', lo produce la empresa iSoy Technologies Corporation y se utiliza en varios productos cosméticos en Estados Unidos y Asia.
"Creemos que el ácido ferúlico podría prevenir algunos de los daños causados por los procesos de radicales libres que participan en estas exposiciones ambientales. Esto es particularmente importante para preservar la integridad y la salud de la piel. El método se basa en el conocimiento de los antioxidantes consumidos en la dieta o aplicados sobre la piel para evitar algunos de los daños", añade Laszlo.
Según señala el investigador, sus descubrimientos apoyan la hipótesis de que el FSG protege los componentes celulares sensibles y reduce los impactos de la exposición solar sobre la piel. "Nuestro trabajo también demuestra cómo los materiales agrícolas pueden emplearse para fabricar productos de consumo seguros y útiles", concluye Laszlo.