El trabajo revela la importancia del estilo de crianza
BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El último informe Faros de la Escuela de Salud del Hospital Sant Joan de Déu (HSJD) de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ha detectado que un modelo educativo de "disciplina positiva" juega un papel clave en el bienestar emocional de los niños e incide en la construcción de sus redes neuronales.
El trabajo, presentado este jueves bajo el título 'Navegando las adversidades: claves para una infancia y adolescencia resiliente', revela la importancia del estilo de crianza, informa el hospital en un comunicado.
Las condiciones neuronales generadas durante la financia condicionan la personalidad, comportamientos y pensamientos futuros de los niños.
El trabajo del HSJD se basa en un estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona juntamente con el Clínic de Barcelona y el Hospital de Clinicas de Porto Alegre (Brasil), que pone de manifiesto la influencia "decisiva" del cuidado de las emociones durante la financia sobre la salud mental en la edad adulta.
Este estudio cataloga como 'trauma' no solo las catástrofes, muertes violentas, maltrato, acoso o abuso familiar, físico y sexual, sino también "al abuso y la negligencia emocional".
BIENESTAR EMOCIONAL EN LA INFANCIA
Los autores del informe Faros consideran "clave" promover el bienestar emocional durante el periodo de la infancia, ya que hacerlo ayuda a que los niños crezcan con autoestima y autoconfianza, sean capaces de establecer relaciones sanas con el entorno y de afrontar y superar las dificultades y adversidades de forma saludable.
Los niños más resilientes presentan menos síntomas de ansiedad, depresión, problemas de comportamiento y mejor rendimiento académico a largo plazo, y pueden regular mejorar las emociones, usar estrategias de enfrentamiento adaptativas, resolver problemas y buscar apoyo social en momentos de dificultades.
MODELO DE PATERNIDAD
Un modelo de parentalidad autoritario fomenta la baja autoestima y la sumisión, y puede provocar estrés crónico y problemas de memoria, entre otros, mientras un modelo de crianza permisivo y excesivamente cálido genera inseguridad, poca contención y poca tolerancia a la frustración.
Asimismo, tampoco conviene la parentalidad negligente --que genera rechazo y desprotección-- ni la sobreprotección, por lo que los autores recomiendan una parentalidad "democrática", que pone límites y supervisa a los menores desde la afectividad, fomentando la comunicación y estableciendo vínculos cálidos con los niños.
DISCIPLINA POSITIVA EN EL AULA
Los autores recomiendan implementar un modelo de disciplina positiva en el aula, que implica ayudar a los alumnos a reconocer cómo se sienten y qué necesitan; valorar el esfuerzo y no el resultado; enseñar habilidades sociales y para la vida desde el respeto y la capacitación, y poner límites "de forma respetuosa y firme al mismo tiempo".
El informe sugiere construir la disciplina positiva, que requiere formación específica para los docentes, a partir de reuniones de clase, que pueden incluir ruedas de reconocimiento, revisión de problemas o retos, propuestas de solución y planificación y organización.
Asimismo, propone impulsar programas de creación de hábitos saludables en higiene, alimentación, actividad física, salud afectiva y sexual, uso de herramientas digitales y bienestar emocional, y defienden que el sistema sanitario trabaje conjuntamente con los centros educativos y los ámbitos sociales, de ocio y cultura locales.