MADRID 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) estima que la detección de poliovirus salvaje tipo 1 (WPV1) en una muestra de aguas residuales en Hamburgo (Alemania) supone "un riesgo muy bajo" para la población europea debido a las altas tasas de vacunación en general en toda la región. De hecho, se considera que la región europea sigue libre de polio.
No obstante, dado que la poliomielitis no ha sido erradicada a nivel mundial, recuerda que "el riesgo de que el virus se reintroduzca en Europa persiste mientras haya personas que no estén completamente vacunadas".
Esta detección se suma a informes previos sobre la circulación del poliovirus tipo 2 derivado de la vacuna (cVDPV2) en muestras de aguas residuales de varias localidades de Alemania desde finales de 2024. Las detecciones de cVDPV2 y WPV1 no están relacionadas, pero ambos poliovirus pueden causar poliomielitis en personas que no están vacunadas o no están completamente vacunadas. Hasta la fecha, no se han notificado casos de polio en humanos en Alemania.
La secuencia del genoma del aislado muestra una similitud muy fuerte con un grupo genético en Afganistán, señala el ECDC. Actualmente, el WPV1 solo circula en Afganistán y Pakistán, pero en los últimos años también se ha detectado fuera de estos dos países: en muestras ambientales en Irán (2019) y en casos confirmados en Malawi (2021) y Mozambique (2022).
Además, indica que esta detección del poliovirus salvaje tipo 1 (WPV1) en una muestra de aguas residuales en Alemania es "inusual, pero no inesperada".
Según recuerda, todos los países de la UE cuentan con programas de vacunación contra la poliomielitis y utilizan vacunas antipoliomielíticas inactivadas (VPI). La mayoría registran una cobertura de vacunación superior al 9 % y advierte de que es necesaria una alta cobertura de vacunación para seguir protegiendo a la población contra la poliomielitis.
Ante esta situación, el ECDC recomienda a las autoridades de salud pública de los países garantizar la administración oportuna de las vacunas que contienen poliomielitis incluidas en los programas de vacunación sistemática, especialmente para los niños pequeños, con el fin de mantener una cobertura de al menos el 90% en todos los niveles de la sociedad.
Además, contactar a las personas con un estado de vacunación incompleto o desconocido; desarrollar intervenciones personalizadas para aumentar la cobertura de vacunación, y llevar a cabo actividades de comunicación de riesgos para resaltar la importancia de garantizar la vacunación rutinaria oportuna; alertar a los médicos, en particular a los pediatras y neurólogos, para que permanezcan al tanto de los síndromes de parálisis flácida aguda (PFA) y de los casos de PFA potencialmente causados por el poliovirus, y reforzar la vigilancia ambiental para detectar rápidamente la introducción o circulación del virus.