MADRID, 28 Jul. (EDIZIONES) -
La menopausia es una etapa más en la vida de la mujer, aunque a pesar de estar en pleno siglo XXI ronda sobre ella un halo de silencio y ocultismo que debería desaparecer. Todas las mujeres van a tener menopausia, ¿por qué no conocerla un poco más?
Para ello, las periodistas Charo Izquierdo y Laura R. De Galarreta han escrito '¿Soy yo o es que aquí hace mucho calor?' (Planeta), un manual que, gracias a la ayuda de especialistas médicos, resuelve las principales dudas sobre esta etapa de la vida de la mujer "para disfrutarla sin complejos".
Para empezar, recuerdan que la OMS la define como "el cese permanente de la menstruación, determinado de manera retrospectiva, después de 12 meses consecutivos de amenorrea, sin causas patológicas". De hecho, desde el pasado 18 de octubre de 2000 se celebra todos los años el 'Día Mundial de la Menopausia'.
Los primeros síntomas, según precisan, aparecen con las reglas bastante irregulares, con digestiones horribles, con hinchazón generalizada y el terrible insomnio; síntomas a los que se suman la sequedad en la piel, los dolores de cabeza, "provocados en gran medida por no dormir bien", y cambios constantes en el termostato corporal. Además, detallan que "el 30% de mujeres padece sofocos, el 32% disfunción sexual, del 20 al 50% incontinencia urinaria, y un 20% depresión".
En una entrevista con Infosalus, R. De Galarreta destaca el que a su juicio es uno de los factores que más suelen afectar a las mujeres en esta época: el no sentirse a gusto consigo mismas.
"Hay una cuestión social importante que pensamos que viene de atrás, cuando la menopausia coincidía con una etapa de declive de la vida de la mujer, porque antes personas vivían menos tiempo. Esto hoy ha cambiado y por otro lado, hay un componente psicológico importante relacionado con la revolución hormonal de las mujeres en esta etapa. Somos más inestables, estamos más melancólicas, irritables, y además con cambios físicos evidentes, cambios en el peso, en el reparto de la grasa, incluso hay una mayor sequedad de la piel. Hay muchos cambios físicos que obviamente pueden costar", resalta.
Por otro lado, indican que hay afecciones graves que se asocian también más a la época de la menopausia, como el cáncer de mama, la osteoporosis, algunas patologías cardiovasculares y del tiroides, incluso Alzheimer y otros trastornos mentales.
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En concreto, la edad media de la última regla ronda los 51 años. No obstante, tres de cada cuatro mujeres comienzan a sufrir algunos de los síntomas entre los 45 y los 50 años, e incluso estos pueden adelantarse a los 40 años, en algunas circunstancias. No obstante, señalan que "la menopausia suele considerarse 'temprana' si sucede entre los 40 y los 44 años", sufrida entre 5 y 10 mujeres de cada 100, y 'precoz' si es anterior, padecida por el uno por ciento.
"Es alrededor de los 45 cuando encontramos dos fases diferenciadas: La primera se caracteriza por cambios aún sutiles en los ciclos, y la segunda, que suele durar entre 1 y 3 años, por ciclos menstruales ya mucho más irregulares, y por el inicio de todas esas molestias que sólo desaparecerán 4 o 5 años después de la última regla. Los cambios en esta etapa son normales. De hecho, 3 de cada 4 mujeres los padecen, de una forma u otra, y en mayor o menos intensidad", aclaran.
Según destacan, estos cambios tienen lugar porque el cuerpo de la mujer está adaptándose a una situación nueva, en la que cesará la conexión entre el cerebro y la actividad ovárica, y se pondrá punto y final al periodo fértil. En ese momento, los órganos del cuerpo de la mujer, que mantenían su capacidad reproductora a través de múltiples funciones, dejarán de recibir hormonas, fundamentalmente estrógenos, de las que se alimentan para esta tarea.
Sobre la terapia hormonal sustitutiva, señalan que en los años de menopausia es la prescripción más recurrente para aliviar sus síntomas, y también la más conocida, en parte porque en los últimos años ha generado mucha polémica. Según recuerdan, tiene tanto partidarios como detractores porque se la relaciona con determinadas enfermedades como el cáncer de mama o patologías coronarias, o bien con problemas de ovarios, endometrio o de útero.
"Pero puede aportar grandes beneficios en el tratamiento de sofocos, atrofias genitales, osteoporosis, piel y cabello; aunque hay que controlar los posibles riesgos. No todas las mujeres en edad de menopausia la necesitan pero, en principio, si se trata de una disposición temporal basada en la exploración y en el análisis de tu situación, de tus antecedentes y de tu herencia genética, y es consensuada con el ginecólogo, y sometida a revisiones periódicas, no hay nada que decir. Aparte de que hay distintas fórmulas de administración", recalcan.
Por todo ello, recomiendan alimentarse saludablemente y hacer ejercicio en esta época, y tomarse la menopausia como una oportunidad y no como una amenaza. En palabras del endocrino Manuel Luque, se trata de una época en el que se produce un descenso del gasto energético basal que hace que el consumo de calorías sea menor, y por tanto, con el mismo aporte calórico, ahora no se baja de peso, sino que se engorda.
"Lo importante es pensar que es una época de cambio que no necesariamente en ella se va a peor sino que nos puede abrir un mundo de emociones, de cuidarte, de encontrar un nuevo yo, de tener nuevas y diferentes pero no menos satisfactorias relaciones sexuales", sentencia R. De Galarreta.