Distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad de las células madre

Actualizado: martes, 17 noviembre 2015 11:15

   MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio del Hospital de Ottawa y la Universidad de Ottawa, en Canadá, está a punto de cambiar por completo la comprensión sobre la distrofia muscular de Duchenne y allanar el camino para tratamientos más eficaces. El trabajo, publicado este lunes en la revista 'Nature Medicine', muestra que la distrofia muscular Duchenne afecta directamente a las células madre musculares.

   "Durante casi 20 años, hemos pensado que la debilidad muscular observada en pacientes con distrofia muscular de Duchenne se debe principalmente a problemas en sus fibras musculares, pero nuestra investigación muestra que también se debe a defectos intrínsecos en la función de sus células madre de los músculos", afirma el autor principal del estudio, el doctor Michael Rudnicki.

   "Esto cambia completamente nuestra comprensión de la distrofia muscular de Duchenne y eventualmente podría llevar a tratamientos más eficaces", destaca Rudnicki, director del Programa de Medicina Regenerativa del Hospital de Ottawa y profesor de la Universidad de Ottawa, además de titular de la Cátedra de Investigación de Canadá en Genética Molecular.

   La distrofia muscular de Duchenne es la forma más común de distrofia muscular, que afecta a aproximadamente uno de cada 3.600 niños. Es causada por mutaciones genéticas que dan como resultado la pérdida de la proteína distrofina, que lleva a la debilidad muscular progresiva y la muerte durante la segunda o tercera década de la vida.

   Las células madre del músculo son responsables de la reparación del músculo después de las lesiones normales y el ejercicio. En respuesta al daño muscular, estas células madre se dividen para generar células precursoras que se convierten en las fibras que forman los músculos.

Durante muchos años, se pensaba que la distrofina era una proteína estructural sencilla que sólo se encuentra en las fibras musculares. En el estudio actual, Rudnicki y su equipo descubrieron que las células madre musculares también expresan la proteína distrofina y sin esta proteína producen diez veces menos células precursoras del músculo, que generan a su vez un menor número de fibras musculares funcionales. También descubrieron que la distrofina es un miembro clave de la maquinaria molecular que permite a las células madre de músculo presentir su orientación hacia tejido circundante.

   "Las células madre del músculo que carecen de distrofina no puede decir qué dirección está en marcha y qué dirección está reducida --apunta Rudnicki--. Esto es crucial porque las células madre de músculo necesitan percibir su entorno para decidir si producir más células madre o formar nuevas fibras musculares. Sin esta información, las células madre de músculo no se pueden dividir adecuadamente y no pueden reparar el músculo dañado".

   Esta investigación se llevó a cabo en células de ratón, pero se espera que los resultados se reproduzcan en los seres humanos, ya que la proteína distrofina es casi idéntica en todos los animales. Los tratamientos actuales para la distrofia muscular de Duchenne se limitan a los esteroides y la terapia física para ralentizar la enfermedad y disminuir los síntomas. También se están investigando enfoques experimentales, como la terapia génica, pero la investigación de Rudnicki sugiere que estas vías tendrán que modificarse para dirigirse a las células madre musculares así como a las fibras musculares.

   "Ya estamos viendo enfoques para corregir este problema en las células madre de músculo --relata Rudnicki--. No estoy seguro de si alguna vez curaremos la distrofia muscular de Duchenne, pero estoy muy esperanzado de que algún día en el futuro, tendremos nuevas terapias que corrijan la capacidad de las células madre de músculo para reparar los músculos de los pacientes afectados y convertir esta enfermedad devastadora y mortal en una enfermedad crónica pero manejable".

   El descubrimiento ha sido aclamado por los expertos en la materia, entre ellos el doctor Ronald Worton, quien codescubrió el gen de la distrofia muscular de Duchenne en 1987 y trabajó como vicepresidente de Investigación del Hospital de Ottawa durante 11 años.

   "Cuando descubrimos el gen de la distrofia muscular de Duchenne, había grandes esperanzas de que seríamos capaces de desarrollar un nuevo tratamiento con bastante rapidez -relata Worton, que ahora está jubilado--. Esto ha sido mucho más difícil de lo que inicialmente pensábamos, pero la investigación del doctor Rudnicki es un gran avance que debe renovar la esperanza de los investigadores, los pacientes y sus familias".

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