MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha demostrado que al menos dos horas de actividades al aire libre retrasan la aparición de la miopía en niños y adolescentes y sugiere, en este sentido, aumentar la exposición diaria puede ser una estrategia efectiva.
En el estudio se determina además que en regiones con mayor intensidad de luz natural, los efectos protectores contra la miopía son más pronunciados debido a la exposición a niveles de luz.
"Con base en la evidencia existente, recomendamos al menos 2 horas diarias de exposición al aire libre, preferiblemente con intensidades de luz superiores a 10 000 lux, para maximizar los efectos protectores contra la miopía. Integrar esto en las rutinas escolares y extracurriculares podría desempeñar un papel crucial en la reducción de la incidencia de aparición de la miopía", ha destacado Miguel Ángel Sánchez Tena, investigador del Departamento de Optometría y Visión de la UCM.
En concreto, este metaanálisis publicado en 'Acta Ophtalmologica' y que contó con 16.597 participantes de entre 6 y 18 años observa una diferencia media en la longitud axial de -0,08 mm por año y una diferencia en el equivalente esférico de 0,16 dioptrías por año, con efectos sostenidos hasta por 3 años.
"Sugerimos que los factores ambientales juegan un papel significativo al destacar la importancia de la intensidad de la luz y las diferencias regionales en la efectividad", ha recalcado Cristina Álvarez Peregrina, investigadora del mismo departamento de la UCM.
Sobre las diferencias regionales, en regiones con mayor intensidad de luz natural, los efectos protectores contra la miopía son más pronunciados debido a la exposición a niveles de luz. Por otro lado, en áreas urbanas densamente pobladas, donde los espacios verdes y la luz natural son más limitados, la efectividad de estas actividades puede verse reducida.
Según destacan desde la UCM, los resultados son útiles para diseñar intervenciones preventivas contra la miopía en niños y adolescentes, sugiriendo que aumentar la exposición diaria a actividades al aire libre puede ser una estrategia efectiva.
"Esto puede ser aplicado en políticas de salud pública y en recomendaciones para padres y educadores", añaden los investigadores. El siguiente paso podría ser realizar estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y explorar más a fondo las diferencias regionales y los factores ambientales que influyen en la efectividad de las actividades al aire libre.
Igualmente, los autores también consideran que sería útil investigar la duración óptima y la intensidad de la exposición a la luz para maximizar los beneficios. Además de la UCM, en el estudio participan la Universidad de Sevilla y el Instituto Superior de Educación y Ciencias de Lisboa.