MADRID 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Dos de cada tres bebés sufren en su primer año de vida una infección respiratoria, porcentaje que aumenta al 90 por ciento antes de los dos años, siendo la infección más habitual (78%) la provocada por el virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la bronquiolitis, según un estudio realizado por el Hospital Virgen de las Nieves de Granada.
Con la llegada de septiembre y la vuelta al colegio o al trabajo también aparecen los resfriados y las infecciones respiratorias, patologías que en los bebés plantean más complicaciones ya que, de hecho, la mitad de los contagiados por infecciones respiratorias tienen que ser hospitalizados.
Según el jefe del Servicio de Microbiología e Inmunología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu, "existen diferentes publicaciones que demuestran un aumento de la incidencia de hospitalizaciones por este virus en los últimos diez años, mientras que la incidencia por bronquiolitis siempre es mucho mayor en menores de dos años, bebés prematuros o aquellos con enfermedades crónicas.
Otro estudio, en este caso realizado por expertos de la Universidad de Valladolid, pone de manifiesto cómo durante los últimos años han aumentado los casos de bronquiolitis durante el mes de septiembre.
Dicho virus se transmite con gran facilidad, según el doctor Ortiz de Lejarazu, y mientras que "en adolescentes o personas mayores provoca simplemente infecciones poco sintomáticas, al transmitirlas a los niños pequeños y lactantes se elevan los riesgos, pudiendo provocar la hospitalización de los más pequeños e incluso la muerte en los casos más graves".
COINCIDIRÁ CON LA GRIPE A
A ambos estudios hay que añadir que este año sufrimos un contexto muy especial, ya que la gripe A junto con el resto de virus respiratorios harán que este otoño-invierno sea especialmente complicado para las infecciones respiratorias.
De hecho, según este experto, el VRS tendrá su evolución normal de todos los años aunque "se teme que al coincidir con el virus H1N1 se agravarán de forma considerable algunos cuadros clínicos".
Para evitar el contagio, los expertos recomiendan a los padres y cuidadores de los bebés extremar las medidas higiénicas a la hora de cuidar de los pequeños: lavarse bien las manos antes de tocar al bebé, evitar su exposición al humo del tabaco, evitar entornos cerrados, evitar el contacto físico del bebé con otros menores o familiares enfermos, usar pañuelos desechables y tirar inmediatamente los usados, limpiar a fondo los juguetes y no utilizar aquellos que hayan sido tocados por otros bebés o mayores enfermos.