MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Según una investigación del Hospital Universitario de Nancy (Francia) solo alrededor de tres de cada cinco pacientes con insuficiencia cardíaca consultan a un cardiólogo al menos una vez al año.
El estudio, publicado en el 'European Heart Journal' y también presentado en el Congreso Europeo de Insuficiencia Cardíaca 2025, celebrado en Belgrado (Serbia) muestra que los pacientes que acuden al cardiólogo una vez al año tienen un 24% menos de probabilidades de fallecer al año siguiente. También indica qué pacientes podrían beneficiarse de una consulta anual y cuáles deberían ser atendidos con más frecuencia.
La investigación sugiere que, si los cardiólogos vieran a los pacientes con insuficiencia cardíaca al menos una vez al año, se podría salvar una vida por cada 11 a 16 pacientes atendidos. El estudio lo realiza un equipo de investigadores franceses dirigido por el doctor Guillaume Baudry y el profesor Nicolas Girerd del Centro de Investigación Clínica del Hospital Universitario de Nancy.
El doctor Baudry expone: "En pacientes con insuficiencia cardíaca, el corazón no puede normalizar el flujo sanguíneo ni la presión. La insuficiencia cardíaca no suele curarse, pero con el tratamiento adecuado, los síntomas suelen controlarse durante muchos años. Actualmente, dependiendo del paciente y su afección, por ejemplo, si padece insuficiencia cardíaca crónica o aguda, es posible que necesite o no una consulta con un cardiólogo".
Realizamos este estudio para determinar si se podían utilizar criterios sencillos para clasificar a los pacientes en categorías de alto o bajo riesgo y evaluar si una consulta con un cardiólogo está relacionada con la muerte o la hospitalización de pacientes con insuficiencia cardíaca a nivel nacional, según estas categorías.
El estudio incluyó a todos los pacientes franceses con insuficiencia cardíaca en enero de 2020 que habían sido diagnosticados en los últimos cinco años: un total de 655.919 personas. Estos pacientes se identificaron utilizando datos administrativos médicos nacionales franceses.
Los investigadores dividieron al grupo en función de si habían sido hospitalizados por insuficiencia cardíaca en el último año o en los últimos cinco años, y si tomaban diuréticos como tratamiento. Los diuréticos ayudan al cuerpo a eliminar el exceso de sodio a través de la orina, lo que reduce la acumulación de líquido en el cuerpo.
Entre todos los grupos de pacientes, los investigadores descubrieron que aproximadamente dos de cada cinco no acudieron a un cardiólogo durante un año. Quienes sí acudieron a un cardiólogo tuvieron menos probabilidades de fallecer por cualquier causa y de ser hospitalizados por insuficiencia cardíaca al año siguiente.
Teniendo en cuenta la cantidad de consultas de cardiología disponibles a nivel nacional, los investigadores crearon un modelo para mostrar con qué frecuencia los pacientes deben acudir al cardiólogo, según la hospitalización reciente y el uso de diuréticos, para reducir al máximo el riesgo de muerte.
Según el modelo, para los pacientes que no habían sido hospitalizados recientemente ni tomaban diuréticos, una visita al año sería óptima para minimizar el riesgo de muerte. Esto reduciría su riesgo de fallecer al año siguiente del 13% al 6,7%. Quienes no hayan estado hospitalizados recientemente, pero estén tomando diuréticos, deberían ser evaluados dos o tres veces al año. Esto reduciría su riesgo de muerte del 21,3% al 11,9%.
En pacientes que han estado hospitalizados en los últimos cinco años, pero no en el último año, lo óptimo parece ser visto dos o tres veces al año. Esto reduciría el riesgo del 24,8% al 12,9%. Para los pacientes hospitalizados durante el último año, cuatro citas con un cardiólogo fueron óptimas. Esto redujo el riesgo del 34,3% al 18,2%.
Los investigadores advierten que, debido al diseño del estudio (un estudio observacional retrospectivo), no pueden garantizar que consultar a un cardiólogo conduzca a un menor riesgo de muerte, solo que ambos están asociados. Si bien hicieron todo lo posible por considerar otros factores, es posible que los pacientes bajo atención cardiológica hayan presentado un menor riesgo de muerte por alguna otra razón.
El doctor Baudry agrega: "Aunque la investigación observacional tiene limitaciones inherentes, nuestros hallazgos resaltan el valor potencial del seguimiento por parte de un especialista, incluso en pacientes que parecen clínicamente estables. Se debe animar a los pacientes a solicitar una revisión cardiológica, especialmente si han estado hospitalizados recientemente o si están tomando diuréticos".
"Nuestros hallazgos sugieren que las derivaciones a cardiología podrían realizarse de manera más sistemática en la atención de la insuficiencia cardíaca, de la misma manera que una derivación a oncología es parte de la atención rutinaria del cáncer. También hemos descubierto que dos criterios muy sencillos -la hospitalización reciente y el uso de diuréticos- permiten estratificar fácilmente el riesgo del paciente. Estos criterios no requieren pruebas costosas, por lo que pueden ser utilizados por cualquier persona, en cualquier entorno y en cualquier país. Estos resultados podrían ayudar a rediseñar los sistemas de salud para reducir las muertes y, al mismo tiempo, ahorrar recursos", concluyen los investigadores.
Los investigadores planean ahora probar sus hallazgos en un ensayo clínico intervencionista. También esperan estudiar el impacto de consultar a un cardiólogo por insuficiencia cardíaca en otros países con sistemas de salud diferentes.
DOI: 10.1093/eurheartj/ehaf218