MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Dormir menos de lo normal impacta en cómo nos sentimos a la mañana siguiente. "No en el sentido de que tengamos más sentimientos negativos, como estar deprimidos. Pero los participantes en nuestro estudio experimentaron un aplanamiento de las emociones cuando durmieron menos de lo normal. Sentían menos alegría, entusiasmo, atención y satisfacción", explica Ingvild Saksvik-Lehouillier, del Departamento de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
La mayor parte de la investigación sobre el sueño se realiza en laboratorios, pero Saksvik-Lehouillier y su equipo de investigación estudiaron a los participantes que dormían en casa. Primero, pasaron siete noches en su propia cama, y durmieron tanto como suelen hacerlo. Tres de las mañanas realizaron una serie de pruebas. Luego, los participantes durmieron dos horas menos de lo normal durante tres noches. En dos de las mañanas pasaron por las mismas pruebas.
"Todos tenemos diferentes patrones de sueño. El objetivo de que los participantes durmieran en casa era mantener todo lo más parecido a la vida diaria como fuera posible. En la fase de privación de sueño impuesta, los participantes se arrastraban bajo sus cobijas dos horas más tarde de lo normal y tenían que levantarse a la hora habitual", detalla Saksvik-Lehouillier.
La prueba práctica tuvo lugar aproximadamente una hora y media después de que los participantes se levantaran, y sin haber tomado ningún café. Se les mostraron 365 imágenes diferentes con letras aleatorias en la pantalla de un ordenador durante un período de 14 minutos. Si la imagen no contenía la letra x, se les dijo que presionaran la barra espaciadora, y si había una y en la imagen, se suponía que no hicieran nada.
"Probamos la capacidad de respuesta y la precisión. El tiempo de reacción disminuyó después de que los participantes se privaron del sueño, pero la tasa de error subió. Parece que reaccionamos más rápido para compensar la menor concentración. Entonces habrá más errores. Puede ser inteligente evitar las actividades que requieren un alto nivel de precisión la mañana después de dormir menos de lo habitual", argumenta.
Estudios anteriores han demostrado que la privación del sueño puede tener aproximadamente el mismo efecto sobre la conducción que el alcohol. Mientras que los participantes se desempeñaron cada vez mejor cada día que se hicieron la prueba después de dormir normalmente, obtuvieron peores resultados en cuanto a precisión cada día después de una noche de sueño insuficiente. "Sabemos que el sueño es importante para el aprendizaje. Tal vez eso es lo que estamos viendo aquí", señala Saksvik-Lehouillier.
En la segunda parte del test, los participantes respondieron a un cuestionario para identificar 20 emociones positivas y negativas. "No encontramos diferencias claras en lo que respecta a las emociones negativas, pero hubo marcadas diferencias para las positivas. Las emociones positivas puntuaron peor después de sólo una noche de sueño reducido, y bajaron aún más después de tres noches. Creo que este es un hallazgo realmente interesante. Ya sabemos que menos emociones positivas tienen un gran impacto en la salud mental. También sabemos que la falta de sueño está incluida en prácticamente todos los diagnósticos de salud mental", reflexiona.
En cuanto a la duración de la falta de buenas sensaciones después de la privación de sueño, dice que el estudio no abordó eso, pero el equipo de investigación planea investigar la duración de este estado mental. No es sólo en Noruega que la gente duerme menos de lo que solía hacerlo, es una tendencia internacional, especialmente para las personas que trabajan a tiempo completo.
"Es fácil para nosotros ir a la cama más tarde de lo que deberíamos, especialmente cuando pensamos, 'Sólo tengo que terminar de ver esta serie'. Pero aún así tenemos que levantarnos para ir a trabajar, o estudiar, o llevar a nuestros hijos al jardín de infancia. Esto contribuye a dormir muy poco. El tiempo que dormimos es sólo una parte del cuadro, pero cuando dormimos también es importante. Un ritmo circadiano irregular puede ser peor que dormir muy poco. Se recomienda acostarse y levantarse a la misma hora", recomienda Saksvik-Lehouillier.