Dormir cinco o menos horas duplica el riesgo de ser un adulto obeso

Adelardo Caballero
INSTITUTO OBESIDAD
Actualizado: lunes, 21 enero 2013 19:06

MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

Dormir cinco menos horas duplica el riesgo de ser un adulto obeso, según ha informado el director del Instituto de Obesidad, Adelardo Caballero, quien ha recordado que los niños españoles duermen una media de menos de ocho horas días, algo "insuficiente" y que provoca otros hábitos perjudiciales con repercusión negativa en el incremento del peso corporal.

"Actualmente los menores tienen un estilo de vida cada vez más sedentario, con una menor actividad física y una peor ingesta de alimentos. Además, los niños menores de 10 años deben dormir unas diez horas al día", ha recalcado Caballero, tras destacar la necesidad de establecer, desde el principio, un "adecuado" estilo de vida, que consiga conjugar una "correcta alimentación con el justo descanso y la actividad física".

Dicho esto, el director del Instituto de Obesidad ha recordado que la obesidad y el sobrepeso en la infancia se definen, en función de la altura del menor, como valores de Índice de Masa Corporal "iguales o superiores" a los valores de los percentiles 97 y 85 respectivamente. En este sentido, ha proseguido, los controles habituales deben servir para "seguir" la evolución de peso y talla teniendo en cuenta su edad.

"Es importante alcanzar una dieta equilibrada, que ha de combinarse con los adecuados hábitos de vida. Conviene señalar la necesidad de mantener una adecuada actividad física, que pasa por un mínimo de 60 minutos diarios con una intensidad moderada o vigorosa en función de la fase de desarrollo del menor. Además, los niños menores de 10 años deben dormir unas diez horas al día", ha recalcado.

Por último, Caballero ha abogado por la inclusión de talleres o actividades relacionadas con el sobrepeso infantil porque, a su entender, de esta forma se podría concienciar a los menores en lo "inoportuno y perjudicial" de la prevalencia de alimentos ricos en grasas saturadas y, además, trasladarles la idea de que "comer bien no es un castigo" y de que preparar la comida es "algo sano".