MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, han descubierto vínculos causales directos entre el neurotransmisor dopamina y la evitación, comportamiento relacionado con el dolor y el miedo. Este estudio, publicado este jueves en la revista 'Current Biology' establece por primera vez que la dopamina es fundamental para provocar conductas relacionadas con la prevención de amenazas específicas.
Los investigadores saben desde hace mucho tiempo que la dopamina desempeña un papel clave en la conducción de conductas relacionadas con objetivos placenteros, como la comida, el sexo y la interacción social. En general, aumentar la dopamina eleva el impulso hacia estos estímulos; pero el papel de la dopamina al permitir que los organismos eviten los eventos negativos ha permanecido misterioso.
"Este estudio realmente da un paso más en lo que sabemos sobre cómo la dopamina afecta los comportamientos motivados por aversión", dice el autor de este trabajo Joseph F. Cheer, profesor en el Departamento de Anatomía y Neurobiología de la UMSOM. "En el pasado, pensamos en la dopamina como un neurotransmisor involucrado en acciones asociadas con la búsqueda de recompensas. Con esta nueva información podemos profundizar en cómo la dopamina afecta a muchos más tipos de comportamiento motivado", añade.
Para comprender mejor el papel que desempeña la dopamina en este proceso, Cheer y sus colegas, incluida la autora principal Jennifer Wenzel, investigadora en el laboratorio del doctor Cheer, estudiaron ratas, centrándose en un área cerebral particular, el núcleo accumbens. Esta región del cerebro juega un papel crucial al vincular la necesidad o el deseo de una recompensa determinada (comida, sexo, etcétera) con la respuesta motora para obtener esa recompensa.
Para estudiar a los animales en condiciones naturales, utilizaron optogenética, una técnica relativamente nueva en la que grupos específicos de neuronas pueden controlarse mediante la exposición a la luz. En este caso, el equipo del doctor Cheer usó un láser azul para estimular ratas genéticamente modificadas cuyas neuronas de dopamina podrían controlarse para enviar más o menos dopamina.
De esta manera, los investigadores pudieron ver cómo los niveles de dopamina afectaban al comportamiento de los animales. La principal ventaja de este enfoque es que podía controlar los niveles de dopamina incluso cuando los animales se movían libremente en su entorno.
LA DOPAMINA LLEVA A EVITAR SITUACIONES DESAGRADABLES O DOLOROSAS
Los investigadores sometieron a los animales a pequeñas descargas eléctricas, pero también les enseñaron cómo escapar de los 'shocks' presionando una pequeña palanca. Usando optogenética, controlaron la cantidad de dopamina liberada por las neuronas en el núcleo accumbens. Los animales con altos niveles de dopamina en esta región del cerebro aprendieron a evitar un choque más rápido y con más frecuencia que los animales que tenían un nivel más bajo de dopamina en esta región.
El doctor Cheer dice que esto indica que la dopamina lleva causalmente a los animales a evitar situaciones y estímulos desagradables o dolorosos. Los investigadores también examinaron el papel que juegan en este proceso los endocannabinoides, sustancias químicas del cerebro que se parecen a los ingredientes activos de la marihuana y que desempeñan papeles clave en muchos procesos cerebrales.
El doctor Cheer y sus colegas encontraron que los endocannabinoides esencialmente abren la puerta que permite que las neuronas de dopamina se disparen. Cuando los investigadores redujeron el nivel de endocannabinoides, era menos probable que los animales se movieran para evitar choques.
Cheer argumenta que la investigación arroja luz sobre los trastornos cerebrales como el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión. En la depresión, los pacientes se sienten incapaces de evitar una sensación de impotencia frente a los problemas, y tienden a reflexionar en lugar de actuar para mejorar su situación.
En el trastorno de estrés postraumático, los pacientes no pueden evitar una sensación abrumadora de miedo y ansiedad frente a situaciones aparentemente de bajo estrés. Ambos trastornos, dice el doctor Cheer, pueden implicar niveles anormalmente bajos de dopamina, y pueden verse en algún nivel como un fallo del sistema de evitación.
Tanto en la depresión como en el TEPT, los médicos a veces tratan a los pacientes con medicamentos para aumentar la dopamina y ahora hay ensayos clínicos que evalúan el uso de medicamentos endocannabinoides para estas afecciones. Cheer sugiere que este enfoque deba usarse con más frecuencia y, sin duda, debería estudiarse con más detalle.