MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
En las personas mayores, la ubicación de un hueso roto puede tener un impacto significativo en los resultados de salud a largo plazo, según la investigación que se publicará en una sección complementaria especial del 'Journal of the Endocrine Society'.
El estudio encontró que las personas mayores con huesos rotos más cerca del centro del cuerpo, conocidas como fracturas proximales (como la parte superior del brazo, la parte superior de la pierna, la pelvis y las costillas) enfrentan un mayor riesgo de ser ingresadas en el hospital por afecciones médicas graves y de morir prematuramente después de su fractura que las personas de edad similar sin fracturas.
"Es bien sabido que una fractura de cadera puede tener consecuencias devastadoras para la salud de las personas mayores, pero se sabe menos sobre los efectos de otras fracturas en el cuerpo", advierte la autora principal del estudio, Jacqueline R. Center, del Instituto Garvan de Investigación Médica en Sydney, Australia.
"No solo se debe tratar a las personas por su salud ósea, sino que ahora tenemos información que nos permite comprender por qué las personas tienen un mal desempeño después de una fractura y cómo podemos intervenir para mejorar los resultados", añade.
Los investigadores utilizaron la base de datos nacional danesa para estudiar a 300.000 pacientes de 50 años o más con una fractura de bajo trauma debido a caídas.
Examinaron las diferencias en los motivos del ingreso hospitalario posterior y los patrones de muerte entre pacientes con fracturas proximales en comparación con aquellas fracturas más alejadas del centro del cuerpo, conocidas como huesos distales (como la muñeca, el tobillo, la mano o el pie), donde no hay mayor riesgo de muerte. Emparejaron personas con fracturas con personas sin fracturas que tenían una edad similar y otros diagnósticos médicos.
Descubrieron que las personas con huesos rotos en los sitios proximales tenían un riesgo de muerte de 1,5 a 4 veces mayor en los próximos dos años que sus contrapartes sin fracturas, independientemente de si ingresaban al hospital después de la fractura o no.
También eran más propensos a ser ingresados en el hospital por enfermedad cardiovascular, cáncer, accidente cerebrovascular, diabetes, neumonía y enfermedad pulmonar. Por el contrario, las personas que tenían una fractura distal tenían un riesgo de muerte similar o menor, así como patrones de ingreso hospitalario similares a sus contrapartes sin fracturas.
"Esta investigación proporciona información importante sobre por qué las personas que tienen una fractura proximal mueren prematuramente", señala Center, quien apunta que se necesitan más estudios para encontrar formas específicas de prevenir estas muertes prematuras.