MADRID, 4 Sep. (EDIZIONES) -
La sociedad actual padece de analfabetismo emocional. Posiblemente éste existe desde hace mucho tiempo y tiene lugar por esa falta de expresar las emociones, deseos, pensamientos, y a la vez una capacidad de interpretar la emocionalidad del otro, qué siente el otro, el no poder etiquetar una emoción o sentimiento.
"A esto se lo conoce como 'alexitimia' o analfabetismo emocional. Es más frecuente de lo que parece. Muchas personas son vergonzosas o introvertidas, y una persona que es muy introvertida en realidad es alexitímica. La sociedad actual imprime la necesidad del desarrollo de todas nuestras aptitudes, y todas nuestras conexiones y relaciones sociales nos hacen vivir en un mundo donde la comunicación es muy importante, y si tenemos dificultad para expresar nuestros sentimientos y emociones tenemos un problema".
Así lo afirma a Infosalus el médico especialista en clínica médica y cardiólogo argentinoDaniel López Rosetti, con motivo de la publicación de 'Emoción y sentimientos' (Ariel), un manual en el que destaca la importancia de las emociones para nuestro estado de salud.
El autor califica la emoción como algo "ancestral y automático", y define el sentimiento como "un sistema procesado, con sus múltiples manifestaciones: amor, odio, fe, culpa, vergüenza, envidia y celos". Además, pone el dedo en la llaga cuando habla de analfabetismo emocional.
"Nos han enseñado múltiples materias en el colegio, desde física y aritmética hasta geografía. Pero nadie nos enseñó esa gran asignatura pendiente: la detección y el manejo de las emociones. Nuestra educación sentimental es muy pobre, y por eso nos pasamos la vida tratando de conectarnos con nuestros sentimientos más recónditos e intentando, a veces en vano, saber lo que realmente queremos", indica.
A su juicio, hay personas para las que cualquier ápice de estrés o de sufrimiento les genera la aparición de un herpes o el hecho de que se resfríen más y que éste dure más días, o presentar alteraciones digestivas con más frecuencia, por ejemplo; "realmente sí que las emociones y las enfermedades están fuertemente relacionados", apunta López Rosetti.
Pero, ¿dónde se alojan estos? El especialista argentino sostiene que los sentimientos se crean en casi todo el cerebro porque el sentimiento, como toda función mental, no está en ningún lugar.
"En realidad son circuitos, aunque sí hay algo cierto, las estructuras que vehiculizan la función de las emociones y los sentimientos están relacionadas con el llamado 'cerebro sintiente', aquel que hace referencia a las áreas cerebrales que 'se conocen', como el cerebro límbico, y también se incluyen las áreas prefrontales que hacen que el ser humano sea ser humanos y tenga unas funciones mentales complejas", sostiene.
Todo el cerebro, a su juicio, vive de lo que tiene sepultado, ya que han pasado millones de años de evolución en la especie en los que se han desarrollado emociones y sentimientos; las funciones cognitivas (mentales superiores) aparecieron hace 50 o 70 mil años; "mientras que la emoción y los sentimientos están con nosotros desde hace mil de años, por eso no somos seres racionales, sino seres emocionales que razonan".
Según defiende el autor, las emociones y los sentimientos no sólo juegan un papel relevante en nuestras acciones y decisiones, sino que también son fundamentales para alcanzar el bienestar y nuestra felicidad. "Es más, toda decisión racional será equivocada si no tiene en cuenta nuestras emociones y sentimientos", desvela López Rosetti.