MADRID, 10 Nov. (EDIZIONES) -
El dolor mamario en la mujer es uno de los motivos de consulta al ginecólogo más frecuente, especialmente entre las mujeres jóvenes con ciclos hormonales. No obstante, hay que recordar que tan solo 1% de cánceres de mama se detectan a través del dolor, por lo que siempre hay que consultar con un especialista si nos duelen demasiado las mamas, pero sin alarmarse.
Entre las posibles causas de dolor mamario, la doctora María García Gallardo, especialista en Ginecología y Obstetricia, y miembro de la Unidad de Patología mamaria de Dexeus Mujer (Barcelona), enumera tres grandes grupos en los que englobar el dolor mamario:
1.- Dolor mamario asociado a cambios hormonales. Aquí incluye el dolor o tensión mamaria premenstrual; el relacionado con los cambios hormonales propios del embarazo; fruto de la toma de medicación hormonal; y consecuencia de alteraciones muy concretas, pero menos frecuentes, como por ejemplo las alteraciones en los niveles de prolactina (hormona).
2.- Dolor mamario propio de la glándula mamaria por causas físicas. Éste dice que puede producir una sensación de compresión o un efecto masa, y dar dolor, y ser fruto de cualquier tipo de infección, como por ejemplo las mastitis; o ser un dolor debido a quistes en la mama de gran tamaño; también en mamas muy voluminosas que caen por la edad se puede producir dolor por una mala sujeción del sujetador o fruto de una distensión en los ligamentos que sujetan el pecho.
3.- Dolores que se refieren en la mama, pero que no son propiamente de la glándula mamaria, sino que son de origen extramamario. Estos pueden ser fruto de la musculatura que hay detrás de la glándula mamaria, dolores de la musculatura intercostal por ejemplo. Suelen ser dolores que se refieren en la mama por estar próximos a ella, aunque no son propiamente de la mama, sino que son musculares o articulares
TENSIÓN MAMARIA O DOLOR MAMARIO PREMENSTRUAL
Con todo ello, la doctora María García Gallardo insiste en que la causa más frecuente de dolor mamario es el asociado a los cambios hormonales. Aquí considera que hay que diferenciar entre el dolor mamario premenstrual y la tensión mamaria premenstrual, que puede ser frecuente en prácticamente todas mujeres, es habitual en la ovulación, y prácticamente desde el día 15 de la regla hasta la siguiente menstruación; y debida, como decimos, a esos cambios hormonales y al aumento de progesterona.
"Esta tensión suele bajar al iniciarse la menstruación. Suele ser un dolor de carácter leve y no llega a alterar la actividad de la vida diaria, de forma que no suele precisar de tratamiento. Eso sí, este dolor mamario puede variar en función de la mujer, de su tolerancia al dolor, y dependerá también del tipo de mama, algunas son más sensibles a los cambios hormonales y otras menos", aclara la experta de Dexeus Mujer.
Ya cuando dolor es incapacitante, según prosigue la ginecóloga y obstetra, e impide a la paciente llevar una vida normal, tener relaciones sexuales, o se prolonga muchos días en el mes se debería consultar o tratar porque no es normal, según advierte.
En casos extremos de tensión mamaria, y siempre bajo prescripción médica, esta especialista señala que suelen indicarse antiinflamatorios tópicos, como las cremas de diclofenaco, o bien cremas de progesterona; y después apunta que estarían descritos los extractos de algunas plantas con un efecto parecido al hormonal, pero sin ser hormonas, como es el caso del 'agnus castus'.
"Si con esto no mejora, sí hay tratamientos hormonales que son productos químicos que bloquean el eje hormonal, y hacen que mejore el dolor, pero con sus consecuentes efectos secundarios", aclara la doctora.
Pero lo habitual, tras una exploración y unas pruebas de imagen si lo requiere la paciente, es que el proceso sea benigno, y el 85% de pacientes mejora de forma espontánea, "por lo que también hay un componente de nervios y de desconocimiento", sostiene esta experta.
EL DOLOR MAMARIO INDUCIDO POR EJERCICIO
Por otro lado, la doctora García Gallardo señala que también se encontraría el dolor mamario inducido por ejercicio, un dolor que habitualmente es de origen extramamario. También, indica que, si un ejercicio en el que se produce un impacto, si no hay una buena sujeción de la glándula mamaria, y en mamas de gran volumen, puede producir dolor por distensión de los ligamentos intramamarios.
"Si no pueden ser dolores del músculo pectoral mayor, o del músculo dorsal que, al forzar con ejercicio, éste se irradia por la zona mamaria cuando el dolor viene propiamente del músculo. Cuando se explora a la paciente se detectan o no estos dolores si son de la mama o de la musculatura", agrega.
También dice que puede hablar dolores mamarios secundarios a traumatismos, cicatrices dolorosas tras cirugías, dolores de mama en el varón, o dolores asociados a procedimientos como llevar prótesis. Pero los más frecuentes son los citados anteriormente, aclara.
SIGNOS DE ALARMA EN EL DOLOR MAMARIO, ¿CUÁNDO CONSULTAR?
El dolor cuando se localiza en una zona concreta, cuando se visualizan cambios en la piel, enrojecimiento, retracción de alguna zona de la piel, o si en esa zona dolorosa se objetiva un bulto habría que acudir rápidamente a un especialista, según remarca la doctora García Gallardo.
En cambio, sostiene que, si el dolor es cíclico, se ubica en la fase premenstrual y en las zonas más externas de la mama, hacia la axila, y de zona simétrica, suelen ser dolores hormonales y que no requieren una consulta urgente: "No suelen ser dolores que impliquen un riesgo".
Normalmente, asegura que menos del 1% de los cánceres de mama se diagnostican por dolor, resalta la ginecóloga. Con ello, subraya que el cáncer no se diagnostica por dolor, normalmente da otros síntomas (sensación de bulto, retracción de la piel, que no haya cambios en la piel ni en su coloración).
