MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El distrés psicológico es un factor de riesgo para desarrollar una demencia futura, sugiere una investigación del departamento de Salud Pública de la Universidad de Copenhage, del Centro Nacional de Investigaciones para el Ambiente de Trabajo y el Centro de Investigación de la Demencia daneses.
En concreto, el estudio, publicado en 'Journal of Alzheimer's Disease', muestra que estar estresado de manera negativa en la mediana edad tardía se asocia con un riesgo más alto de demencia en la vejez. Puede definirse distrés psicológico como un estado de sufrimiento emocional acompañado, en ocasiones, de síntomas somáticos.
La respuesta fisiológica al estrés, que incluye cambios cardiovasculares y una excesiva producción de cortisol, durante un período prolongado de tiempo, serviría, según la investigación, como mecanismo para enlazar el distrés psicológico y el riesgo de demencia.
El agotamiento vital puede ser un indicador de distrés psicológico. Se operacionaliza como sentimientos de fatiga inusual, una alta irritabilidad y desmoralización. Se ha sugerido que el agotamiento es una respuesta a problemas insalvables en las vidas de los individuos, en particular cuando éstos son incapaces de adaptarse a una exposición prolongada a factores estresantes.
"Para cada síntoma adicional al agotamiento vital, encontramos un riesgo de demencia del 2 por ciento. Los participantes que reportaron cinco de los nueve síntomas tenían un riesgo de demencia un 25 por ciento mayor que aquellos que no tenían síntomas, mientras que los que informaron de sufrir 10 de 17 tenían un riesgo de demencia un 40 por ciento mayor que los que no tenían esos síntomas", ha indicado la doctora Sabrina Islamoska.
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El equipo investigador usó datos de 6.807 daneses que participaron en el Copenhagen City Heart Study y respondieron a preguntas sobre agotamiento vital entre 1991 y 1994 y se les sometió a un seguimiento hasta que terminó 2016. En aquel momento, tenían una media de 60 años.
Además, es posible que una demencia en un estadio temprano resulte en más distrés psicológico. "Estábamos particularmente preocupados sobre si los síntomas de agotamiento vital podrían ser un signo temprano de demencia. Sin embargo, encontramos una asociación de la misma magnitud incluso al separar la notificación de agotamiento vital y los diagnósticos de demencia con hasta 20 años", ha explicado Islamoska.
La investigadora ha llamado a poner atención al debate sobre si el distrés psicológico puede ser importante para desarrollar demencia, porque, a pesar de ajustar otros factores de riesgo para desarrollarla, como el género, estado civil, un nivel de educación bajo, factores de estilo de vida y comorbilidades, el riesgo de demencia asociado al agotamiento vital no cambió.
"Nuestro estudio indica que podemos ir más lejos en la prevención de la demencia si añadimos los factores psicológicos", ha concluido Islamoska.