La disponibilidad de zinc en el suelo modificó el genoma humano según un estudio

Publicado: martes, 19 abril 2022 12:53

BARCELONA 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Institut de Biologia Evolutiva (IBE) han identificado huellas genéticas en poblaciones humanas ligadas a la disponibilidad de zinc en el suelo, ha informado en un comunicado este martes.

En un estudio publicado en 'Nature Scientific Reports', los investigadores han descubierto cambios en los genes implicados en el metabolismo del zinc que podrían haber facilitado la adaptación humana a la deficiencia de este metal en la dieta.

El IBE ha explicado que muchas adaptaciones de la dieta que se han producido en los últimos 60.000 años, en consonancia con la extensión de la raza humana por los continentes, han dejado una huella genética.

En el caso del zinc (el segundo oligoelemento de mayor concentración en las células del cuerpo), que se obtiene a través de la dieta, los genes implicados en su metabolismo se han adaptado de forma específica para garantizar su absorción y regulación, especialmente en regiones con déficit de zinc en el suelo.

Así, se han observado "importantes diferencias" entre poblaciones humanas de diferentes continentes, en lo referente a los genes encargados del transporte del zinc, lo que podría tener consecuencias en diferentes rasgos de salud, como la susceptibilidad de sufrir cáncer, inmunodeficiencia o diabetes.

El zinc ayuda a combatir bacterias y virus, participa en la división y crecimiento celular, la cicatrización y el metabolismo de los carbohidratos, y su deficiencia puede provocar retraso del crecimiento, despuesta disfuncional del sistema inmunitario e incluso deterioro cognitivo.

El contenido de zinc del suelo "ha actuado como presión selectiva ambiental", en particular en poblaciones de la India donde el suelo, y por tanto la dieta, ha sido pobre en esta sustancia, lo que se ha reconocido como un problema nutricional serio.

INFLUENCIA EN LA RESPUESTA INMUNE

"La homeostasis del zinc influye claramente en el estado de salud humana, especialmente en la respuesta inmune", ha ilustrado la responsable de la investigación Elena Bosch.

"Puede haber sido esencial a lo largo de la evolución para nuestra respuesta a los patógenos locales y, por tanto, para nuestra supervivencia", ha añadido.

El estudio "abre la puerta a poder estudiar variaciones genéticas en genes relacionados con la absorción y el transporte del zinc en el organismo con posible impacto en la salud y la enfermedad", ha apuntado el IBE.