MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto que la disfuncionalidad de los telómeros, regiones de ADN localizadas en los extremos de los cromosomas, puede ser un factor desencadenante de algunas enfermedades hepáticas como la hepatitis crónica o la cirrosis.
En un trabajo publicado en la revista 'Journal of Hepatology', el equipo liderado por la directora del centro, María Blasco, creó un modelo de ratón que presentaba telómeros disfuncionales en el hígado y vieron que esta anomalía estaba directamente relacionada con la aparición de diferentes lesiones en el hígado, algo hasta ahora desconocido.
TELÓMEROS Y MATERIAL GENÉTICO
Los telómeros protegen el material genético de las células evitando mutaciones y alteraciones en el ADN que puedan ser fuente de enfermedad. Y a lo largo de la vida, estas estructuras se van desgastando en un proceso determinado tanto por factores genéticos como ambientales, lo que hace que alteraciones en su estructura y/o funcionamiento sean una de las causas moleculares que subyace a muchas enfermedades asociadas al envejecimiento.
En este caso, el modelo de ratón utilizado recapitulaba el origen de enfermedades humanas asociadas al daño hepático crónico, como la hepatitis o la cirrosis hepática, que a la vez pueden derivar a largo plazo en un cáncer de hígado.
PROTEÍNA TRF1
Para analizar la conexión entre daño hepático y los telómeros, los investigadores generaron un ratón deficiente para la proteína TRF1 en el hígado, desprotegiendo así los telómeros de las células hepáticas y comprometiendo su funcionamiento.
La proteína TRF1 forma parte de un complejo protector de los telómeros denominado shelterina (del inglés, shelter o protección), para proteger el material genético.
Cuando los autores sometieron estos ratones deficientes en TRF1 a estrés crónico mediante el agente hepatotóxico CCl4 --causante de toxicidad en el hígado-- observaron que las células hepáticas, además de contener múltiples núcleos, presentaban también características propias de los pacientes con cirrosis o hepatitis, como son un incremento en los marcadores de p21, ciclina D1 o PCNA.
"Estos estudios identifican una nueva ruta molecular, la de los telómeros, en el origen de enfermedades hepáticas como la cirrosis, la hepatitis o el cáncer de hígado, así como nuevas estrategias terapéuticas con las que poder prevenirlas y combatirlas", concluyen los investigadores en declaraciones a Sinc.