MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos), publicado en la revista 'Nature Communications' y realizado en moscas, ha evidenciado que la disfunción hepática puede conducir al deterioro del corazón
"Queríamos saber si otros tejidos afectan a la función cardiaca durante el envejecimiento. Hay datos significativos que sugieren que la función hepática en realidad es un factor de riesgo de enfermedad cardiaca. Un paciente con mucha disfunción hepática a menudo desarrolla enfermedad cardiaca. Esto es una preocupación porque puede tener dos enfermedades con las que tiene que lidiar para estos pacientes", han explicado los investigadores.
En este sentido, los expertos estudiaron la interacción entre la enfermedad hepática y la función de los músculos cardíacos en las moscas. Estudios previos mostraron que manipular genes en los músculos cardíacos de las moscas podría restaurar la función cardiaca de las moscas más viejas a un estado similar a las moscas más jóvenes, esencialmente haciendo retroceder el reloj en los tejidos cardíacos.
En los nuevos experimentos, los investigadores manipularon varios genes que rigen la función hepática en las moscas para ver cómo eso afectaría la salud del corazón a medida que las moscas envejecen. "Nuestros hallazgos demuestran que podemos proteger el hígado de los animales viejos y mantener la salud del corazón sin hacer ninguna intervención directa sobre el tejido del corazón", han dicho los expertos.
Gran parte del trabajo genético realizado por los investigadores se centró en los peroxisomas, orgánulos poco estudiados dentro de las células que regulan los procesos metabólicos lipídicos clave y la desintoxicación crítica para la función cerebral y hepática.
"Mirando toda la literatura de biología, no sabemos mucho acerca de cómo cambia la función del peroxisoma en animales de edad avanzada. Mostramos que la función de importación de proteínas peroxisomales se ve significativamente afectada en moscas envejecidas. Investigaciones como la nuestra podrían abrir otro nuevo campo para estudiar cómo los peroxisomas regulan el envejecimiento de los tejidos", han detallado los investigadores.