MADRID 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El desarrollo de una vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS) ha estado lleno de obstáculos durante 50 años, pero los científicos creen que han encontrado el equilibrio adecuado para su creación. Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, en Druid Hills, y Children's Healthcare de Atlanta, Estados Unidos, han diseñado una versión del VRS altamente atenuada --con su capacidad de causar enfermedad debilitada-- pero potente en su capacidad para inducir anticuerpos protectores.
Utilizado como una vacuna, este virus diseñado puede proteger a ratones y ratas de la infección por el VRS, como se revela en un artículo sobre su trabajo publicado en 'Nature Communicatons'. "Nuestra investigación demuestra que es posible atenuar el VRS sin perder inmunogenicidad --dice el autor principal, Martin Moore, profesor asociado de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory e investigador sobre Salud Infantil en Atlanta--. Ésta es una prometedora vacuna viva atenuada candidata que merece más investigación clínicamente".
Los siguientes pasos para esta vacuna son producir un lote a gran escala y realizar un estudio de fase 1 sobre su seguridad e inmunogenicidad en los bebés, según Moore. El VRS es la principal causa de muertes por neumonía en niños de todo el mundo y una de las principales causas de hospitalización infantil en Estados Unidos, con la mayoría de los niños en Estados Unidos que se infectan durante el primer año de vida.
Aun así, no hay una vacuna disponible contra el VRS. En la década de 1960, un intento de desarrollar una vacuna contra el VRS inactivando químicamente el virus, como en una vacuna contra la gripe estándar, salió mal. La exposición a esta vacuna hizo que la infección natural por el VRS en los lactantes empeorara. Más recientemente, un ensayo clínico de una vacuna solo de proteínas del VRS en adultos mayores mostró resultados decepcionantes.
Se han creado varias vacunas exitosas contra otros virus, como el sarampión, la poliomielitis y las paperas, debilitando los virus en el cultivo celular. Funcionan cuando una cepa es lo suficientemente segura para su uso como una vacuna, pero todavía estimula el sistema inmunológico. "Lograr ese equilibrio es un reto --dice Moore--. El debilitamiento del VRS no ha funcionado satisfactoriamente y resulta que para el VRS, el virus natural no induce mucha inmunidad".
MODIFICACIONES GENÉTICAS DEL VIRUS
En su lugar, Moore y sus colegas diseñaron un VRS con mejor producción de una proteína clave, llamada F, la cual es fundamental para la capacidad del VRS de entrar en las células y es el objetivo de varias vacunas en desarrollo. Al hacer mutaciones en el gen viral que codifica F, los investigadores también provocaron que el virus fuera más estable en lo que respecta al calor, lo que podría ayudar a la fabricación y distribución de vacunas.
Al mismo tiempo, los investigadores eliminaron o debilitaron varios otros genes virales que promueven la infección y suprimen el sistema inmunológico. El virus modificado, llamado OE4, estimula altos niveles de producción de anticuerpos. Moore y su equipo reescribieron varios de los genes virales en la cepa OE4 utilizando un proceso llamado 'codon-optimization', que hace que sea menos probable que un virus reestructurado mute de nuevo a su forma original.
Cuando se evaluaron a través de microscopía electrónica, los viriones OE4 se parecían a los viriones estándar del VRS, excepto que OE4 presentaba niveles más altos de la forma inmunogénica de la proteína F y niveles más bajos de otra proteína llamada G. El trabajo de microscopía electrónica fue una colaboración con Elizabeth Wright, profesora asociada de Pediatría y coautora principal en el trabajo, y sus colegas.
La vacunación con OE4 podía proteger completamente a ratones y ratas contra infecciones posteriores por formas estándar del VRS. En contraste con una vacuna del VRS químicamente inactivada, OE4 no produjo un aumento de la enfermedad pulmonar en ratas.