MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
La administración de corticosteroides directamente en el ojo es más efectiva que las inyecciones adyacentes al ojo, según los resultados de un ensayo clínico comparativo de edema macular en pacientes con uveítis no infecciosa. El estudio, publicado en la edición digital de este jueves de 'Ophthalmology', fue financiado por el Instituto Nacional del Ojo (NEI, por sus siglas en inglés) estadounidense, parte de los Institutos Nacionales de Salud.
La uveítis, una colección de afecciones inflamatorias que afectan a los tejidos internos del ojo, es una de las principales causas de ceguera en Estados Unidos y puede ser crónica. Alrededor del 40 por ciento de las personas con uveítis que afectan a la mitad o la parte posterior del ojo desarrollan edema macular, una acumulación de líquido en la mácula, que es la región de la retina responsable de la visión central. Los corticosteroides sistémicos, que ayudan a reducir la inflamación, por lo general se usan para tratar la uveítis crónica, pero el tratamiento adicional con inyecciones regionales de corticosteroides a menudo se necesita para tratar el edema macular.
"El edema macular es una complicación ocular estructural significativa de la uveítis, que causa pérdida de la agudeza visual --dice la autora principal, Jennifer E. Thorne, profesora de Oftalmología y Epidemiología en el Instituto del Ojo Wilmer de las Instituciones Médicas Johns Hopkins, en Estados Unidos--, por lo que es importante poder tratar esta enfermedad de manera efectiva para restaurar la agudeza central y prevenir el daño en la retina".
Los investigadores compararon tres tratamientos de corticosteroides de uso común para el edema macular en pacientes con uveítis: inyección periocular (adyacente al ojo) de acetónido de triamcinolona (Kenalog); inyección intravítrea (dentro del ojo) de acetónido de triamcinolona (Triesence); e inyección intravítrea de un implante de dexametasona (Ozurdex), que libera lentamente el medicamento dentro del ojo durante varios meses.
El ensayo clínico incluyó a 192 personas con uveítis, con edades comprendidas entre los 18 y los 87 años, que fueron asignadas al azar a uno de los tres tratamientos. Los participantes fueron evaluados en varios puntos de tiempo para evaluar el grosor macular; el edema macular; la agudeza visual; y la alta presión intraocular (PIO, por sus siglas en inglés), un efecto secundario común de la terapia con corticosteroides.
MÁS REDUCCIÓN DEL EDEMA MACULAR CON LA ADMINISTRACIÓN INTRAVÍTREA
En la visita para evaluar los resultados a las ocho semanas, todos los grupos de tratamiento presentaron mejorías en el edema macular en comparación con el valor inicial. Sin embargo, los dos grupos intravítreos presentaron reducciones más grandes en el edema macular en comparación con los resultados en el grupo de tratamiento periocular.
La reducción desde el inicio fue del 46 por ciento, 39 por ciento y 23 por ciento para el implante de dexametasona, la triamcinolona intravítrea y los grupos de tratamiento con triamcinolona periocular, respectivamente. Aunque todos los tratamientos mejoraron la visión, los que recibieron triamcinolona intravítrea o implante de dexametasona mostraron un promedio de nueve letras estándar de mejora (alrededor de dos líneas en una tabla optométrica), frente a cuatro letras estándar para los que recibieron el tratamiento con inyección periocular.
"Aunque los tres tratamientos redujeron el edema macular y el aumento de la agudeza visual, los datos muestran una eficacia superior para la triamcinolona intravítrea y el implante de dexametasona intravítrea, lo que sugiere que el abordaje del edema macular uveítico debe realizarse por vía intravítrea", explica el doctor Douglas A. Jabs, profesor de Oftalmología y Medicina en la Escuela de Medicina de Icahn en Mount Sina y presidente del Grupo de Investigación de Ensayos de Tratamiento con Esteroides de Uveítis Multicéntrico, que realizó la investigación.
La administración directa de corticosteroides al ojo puede provocar una PIO elevada y glaucoma, una enfermedad que causa daño al nervio óptico. Aunque más participantes que recibieron administración intravítrea de corticosteroides mostraron un aumento en la PIO, en comparación con los pacientes que recibieron inyecciones perioculares, esta mayor presión se controló en gran medida con medicamentos.
"Este ensayo incluyó personas que ya estaban recibiendo medicamentos para reducir la PIO y aquellos con historial previo de glaucoma o cirugía de glaucoma --subraya Thorne--. Fue tranquilizador ver que las elevaciones de la PIO fueron moderadas y controlables con la medicación durante el periodo de seis meses del estudio, incluso en pacientes con antecedentes de elevación de la PIO y glaucoma".
Aunque cada uno de estos tres tratamientos se han estudiado previamente y se ha demostrado que son efectivos en el tratamiento de las complicaciones del edema macular de la uveítis, esta es la primera comparación directa. "El POINT Trial, financiado por el NEI, proporciona evidencia para guiar a los médicos en la utilización de las inyecciones de corticosteroides regionales más comunes para el edema macular uveítico", afirma Sangeeta Bhargava, directora del Programa de Investigación Clínica en NEI.