MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) han renovado un fármaco contra el cáncer para que se dirija mejor a las células cancerosas y deje indemnes a los tejidos sanos.
Los científicos han bautizado este tipo de enfoque específico como profármaco, es decir, un medicamento diseñado para liberar su carga útil en una zona concreta del cuerpo y en ninguna otra.
El profármaco, denominado DRP-104 (sirpiglenastat), se encuentra en las primeras fases de los ensayos clínicos en personas con tumores sólidos avanzados. Sus estudios en ratones, publicados en la revista científica 'Science Advances', demuestran que el fármaco elimina preferentemente las células cancerosas pero no daña las células sanas.
"Nuestro objetivo era modificar un antiguo fármaco contra el cáncer que había demostrado una gran eficacia pero que era demasiado tóxico, sobre todo para el intestino, para ser desarrollado clínicamente. Para ello, utilizamos un enfoque de profármacos. Lo singular de nuestro enfoque es que utilizamos un diseño químico novedoso para crear un profármaco que se bioactivara simultáneamente en las células cancerosas pero se bioinactivara en los tejidos sanos, como el intestino. Esta orientación preferente de la carga útil hacia las células cancerosas permite ahora reevaluar esta eficaz clase de fármacos con seguridad en las personas", ha comentado la autora del estudio, la doctora Barbara Slusher.
El profármaco aprovecha una propiedad común de las células cancerosas: un apetito voraz por un aminoácido llamado glutamina, que es un bloque de construcción crítico para las proteínas, los lípidos y los nucleótidos, así como para la formación de energía.
Las células cancerosas que crecen con rapidez utilizan una enorme cantidad de glutamina, un fenómeno denominado adicción a la glutamina, pero otras células sanas de rápida renovación, como las que recubren el intestino, también dependen de la glutamina.
"El DRP-104 es un profármaco dirigido a los tumores del fármaco imitador de la glutamina llamado DON (6-Diazo-5-Oxo-L-norleucina), que inhibe múltiples enzimas que utilizan la glutamina en las células cancerosas. Muchos de los primeros estudios sobre el DON demostraron su gran eficacia en personas y ratones, pero su desarrollo se detuvo debido a su toxicidad para los tejidos normales, especialmente el intestino", ha destacado la doctora Rana Rais, coautora del estudio.
El desarrollo de esta prometedora clase de fármacos no se reanudó hasta que Slusher, Rais y su equipo decidieron hacer modificaciones químicas al DON.
"Añadimos grupos químicos, llamados promotores, al DON que lo hacían inactivo en el organismo hasta que llegaba al tumor, donde los promotores eran cortados por enzimas que abundan en el tumor pero no en el intestino. Este diseño específico del profármaco hizo que el DON se dirigiera a su destino previsto (el tumor) y tuviera menos impacto en las células sanas de otros lugares", ha detallado Slusher.
Para el nuevo estudio, los investigadores administraron el fármaco DON original y el fármaco DRP-104 mejorado a ratones a los que se les habían implantado tumores. En los ratones que recibieron el DRP-104, los investigadores encontraron 11 veces más fármaco activo en el tumor en comparación con el tracto gastrointestinal (intestino). Ambos fármacos eliminaron por completo el tumor, pero el DON causó más toxicidad intestinal en los ratones que el DRP-104.