MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Imperial College de Londres y la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, creen haber encontrado una nueva forma potencial de dirigirse a las células del cerebro afectadas por la enfermedad de Parkinson. La nueva técnica es relativamente no invasiva y ha funcionado a la hora de mejorar los síntomas de la patología en ratas.
La enfermedad de Parkinson causa problemas progresivos con el movimiento, la postura y el equilibrio. Actualmente se trata con fármacos, pero estos tienen graves efectos secundarios y pueden llegar a ser ineficaces después de unos cinco años. Posteriormente, el único tratamiento disponible para los pacientes es la estimulación cerebral profunda, una técnica quirúrgica en la que se utiliza una corriente eléctrica para estimular las células nerviosas en el cerebro.
Además de ser un tratamiento invasivo, ha tenido resultados mixtos, algunos pacientes se benefician mientras que otros no experimentan ninguna mejoría o incluso emeporan. Los investigadores creen que esto se debe a que el tratamiento es impreciso, estimulando todos los tipos de células nerviosas, no sólo el objetivo previsto.
El nuevo estudio, publicado en la revista 'Molecular Neurodegeneration', examinó una alternativa menos invasiva y más precisa, diseñada para orientar y estimular un tipo particular de célula nerviosa llamada neurona colinérgica. Estas neuronas se encuentran dentro de una parte del cerebro llamada núcleo pedunculopontino o PPN.
"Si se mira dentro del PPN, es como una selva con una enorme variedad de células nerviosas que se comportan de manera diferente y tienen diferentes puestos de trabajo que hacer", pone como ejemplo Ilse Pienaar, profesora honoraria en Neurociencias en el Imperial College de Londres.
Los científicos sospechan que las células de las neuronas colinérgicas están implicadas en la enfermedad de Parkinson porque en los estudios postmortem de los cerebros de los pacientes, aproximadamente la mitad de estas células han perecido, por razones que actualmente se desconocen.
Los investigadores trabajaron con ratas que habían sido tratadas para recrear los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Usaron un virus inofensivo para administrar un "interruptor" genético especialmente diseñado para las neuronas colinérgicas. Se dio a las ratas un fármaco diseñado para activar el interruptor y estimular las neuronas diana. Tras el tratamiento, los roedores registraron una recuperación casi completa y fueron capaces de moverse con normalidad.
"Este estudio confirma que las neuronas colinérgicas son clave para los problemas de movimiento e inestabilidad postural que experimentan los pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada. También sugiere que es posible dirigir esas células que quedan para compensar las que ya no están funcionando de manera efectiva, posiblemente debido a la débil comunicación entre las células nerviosas. Si somos capaces de transferir esta técnica en las personas, creemos que esto podría ayudar a los pacientes a recuperar la movilidad", ha subrayado Pienaar.
Por el momento, los neurocirujanos están tratando de apuntar a áreas específicas con estimulación cerebral profunda, pero es una herramienta contundente con resultados mixtos. "Creemos que hemos encontrado una manera de dirigirnos sólo a las neuronas colinérgicas dentro de un área como el PPN", añade.
Los investigadores creen que la técnica podría aplicarse en las personas en los próximos entre cinco y diez años y que podría tener un potencial más amplio. Pienaar subraya: "Los pacientes con enfermedad de Parkinson experimentan un complejo conjunto de síntomas y esperamos usar el mismo método para entender cómo células diferentes dentro del cerebro contribuyen a la enfermedad".