MADRID, 1 Feb. (INFOSALUS) -
La mayoría de españoles suelen plantearse con la llegada de un nuevo año hábitos de vida más saludables pero muchos suelen alejarse de dichos propósitos más pronto que tarde, en la mitad de los casos por falta de constancia, según un estudio de Weight Watchers, proveedor mundial de servicios de adelgazamiento.
La motivación y una actitud positiva juegan un papel fundamental en la consecución de objetivos, según reconoce Sandra Marín, directora del Programa de 'entulínea' de esta entidad, que aconseja marcarse un plan definido que tenga en cuenta la situación actual y ofrezca motivación suficiente para conseguir los objetivos marcados.
"Aún estamos a tiempo para conseguir nuestros propósitos. Hay que marcarse objetivos realistas, pequeñas acciones que podamos repetir durante tres semanas, momento en el cual empezamos a afianzar ese hábito de vida saludable. Para ello es importante marcarse retos a corto plazo que nos motiven y nos ayuden a dar un paso más allá", ha asegurado.
Para ello, superado el primer mes del año y lejos ya de las buenas intenciones de Año Nuevo, esta experta nos ofrece una serie de pautas con el objetivo de llegar a buen puerto nuestros objetivos y no abandonar antes de tiempo:
1. Marcarse un plan de acción, empezar el mes con un plan de acción definido nos ayudará a visualizar la meta y no salirnos del camino. Un calendario puede ser una buena herramienta donde detallar los pasos y acciones para alcanzar nuestro fin.
2. Objetivos realistas, si los propósitos no se adaptan a nuestro estilo de vida, posibilidades y tiempo disponible lo más probable es que fracasemos. Por ello, es aconsejable marcarse objetivos realistas y específicos que podamos medir en el tiempo.
3. Retarse a uno mismo, para alimentar la motivación conviene fijar pequeños retos a corto plazo, que permitan llegar a la meta final y, al mismo tiempo, supongan un aliciente para nosotros.
4. Ser nuestro mejor fan, creer en las posibilidades de uno mismo es el primer paso para poder alcanzar nuestros propósitos. Es fundamental aprender a sentirse satisfecho con los pequeños logros obtenidos y a practicar el reconocimiento propio.
5. Concederse un premio, premiarse con un extra ayuda a mantener la motivación en el camino. Salir a comer fuera, dedicarse tiempo a uno mismo o regalarse un descanso son algunos ejemplos para poner en práctica.
6. Hacer cómplice al entorno, los objetivos son más fáciles de conseguir en compañía. Compartir e involucrar al entorno puede ser un factor de éxito diferencial, además, contribuye a crear buenos hábitos en familia.
7. Divertirse en el camino, los objetivos marcados no deben ser motivo de estrés y presión, por esta razón hay que fijarse propósitos que resulten gratificantes para la persona. Por ejemplo, si nuestro objetivo final es practicar deporte, hay que empezar por una actividad que nos guste y nos divierta, como puede ser bailar.
8. No ponerse límites, dar rienda suelta a la imaginación es un magnífico aliado. Los retos inesperados ayudan además a mantener una actitud positiva durante todo el proceso.
9. Dejar las excusas a un lado, en gran medida, la falta de constancia viene alimentada por las excusas. Frente a ello, es conveniente pensar que siempre hay una alternativa que se adapta mejor a nosotros.
10. Conseguir una rutina, los primeros días del cambio necesitan más fuerza de voluntad. Conforme la repetición de situaciones y ejercicio se hace diaria y constante, la actividad comienza a formar parte de la vida cotidiana. De ahí la importancia de no tirar la toalla durante las primeras semanas.