MADRID 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las dietas hipocalóricas equilibradas son las más recomendables para perder peso, según han explicado los expertos del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas (GREP-AEDN) tras establecer una comparativa entre los diferentes regímenes existentes.
De esta forma, los especialistas consideran que se deben evitar los nocivos efectos secundarios que provocan las dietas desequilibradas. Así en este grupo se encuentran las disociadas y las excluyentes, que "pueden ser peligrosas para la salud", sostienen.
Además, desde este grupo de estudio, se asegura que muchas personas acudirán a las 'dietas milagro' tras haber cometido excesos durante el verano. Según el criterio de sus representantes, éstas prohíben totalmente un cierto tipo de alimentos y prometen resultados mágicos sin base científica.
"Tienen consecuencias negativas para el organismo como la cetosis y la falta de nutrientes básicos, y al terminarlas comportan el temido efecto rebote", significan al respecto. Por ello, han decidido establecer una clasificación basada en el informe de la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS).
LAS DEMÁS DIETAS ACARREAN RIESGOS PARA LA SALUD
De este modo, los expertos citan en primer lugar las dietas hipocalóricas desequilibradas, las cuales permiten una pérdida de peso "debido a que se consumen menos calorías de los que el cuerpo necesita. Pueden provocar enfermedades crónicas como osteoporosis, cálculos renales, insuficiencia renal, cáncer, patologías cardiovasculares y, a medio plazo, obesidad", aseveran.
Por otro lado, señalan que las dietas disociadas se basan en no tomar juntos en la misma comida algunas combinaciones de alimentos. Por ello, "pueden llevar a las personas a padecer carencias y a pasar hambre porque está muy limitada y cada organismo tiene diferentes necesidades", subrayan.
Por último, los nutricionistas han tachado de negativas a las dietas excluyentes. Éstas se basan en el consumo de un único alimento o en la total eliminación de algún nutriente, lo que "provoca el efecto rebote". Además, pueden ocasionar la aparición de "cansancio, pérdida de masa muscular en lugar de grasa y desequilibrios en el metabolismo", concluyen desde el GREP-AEDN.