MADRID 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un programa de dieta intensiva baja en energía, similar al NHS Type 2 Diabetes Path to Remission, mejoró significativamente los síntomas de los trastornos alimentarios en personas con diabetes tipo 2 y exceso de peso que estaban en riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, según un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) publicado en 'The Lancet Psychiatry'.
Los participantes inscritos en un programa de reemplazo total de la dieta (TDR) experimentaron mejoras significativas en los síntomas de trastornos alimentarios, que persistieron seis meses después de finalizar el programa, cuando los participantes habían recuperado algo de peso.
Esto aborda directamente una brecha en la investigación señalada por la reciente guía del Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE) sobre el uso de 'Dietas hipocalóricas y muy hipocalóricas para adultos' en el manejo del sobrepeso y la obesidad, que señaló la falta de evidencia sobre el impacto psicológico de las dietas restrictivas.
"Como dietista, he visto de primera mano cómo tanto los trastornos alimentarios como la diabetes tipo 2 pueden afectar la calidad de vida de las personas", detalla la doctora Elena Tsompanaki , autora principal y dietista colegiada que dirigió el estudio como parte de su investigación doctoral en el Departamento Nuffield de Ciencias de la Salud de Atención Primaria de la Universidad de Oxford. "Nuestros hallazgos desafían la suposición de que los programas de pérdida de peso empeoran los síntomas de los trastornos alimentarios en personas vulnerables, lo que podría abrir importantes opciones de tratamiento que muchos pacientes podrían haber estado negados anteriormente".
Los investigadores reclutaron a 56 participantes con diabetes tipo 2 (diagnosticada en los últimos seis años), sobrepeso u obesidad, y síntomas preexistentes de trastornos alimentarios, identificados mediante un cuestionario validado (denominado Cuestionario de Examen de Trastornos Alimentarios o EDE-Q). La mitad de ellos recibió un programa de TDR de bajo consumo energético (*860 kcal/día) con apoyo conductual durante seis meses, similar al programa Path to Remission del NHS, mientras que el grupo de control recibió la atención habitual para la diabetes por parte de su médico de cabecera. Se evaluaron cuatro tipos de síntomas: restricción alimentaria, problemas de alimentación, problemas de figura y problemas de peso.
Respecto a los principales hallazgos, destaca que los síntomas del trastorno alimentario mejoraron significativamente en el grupo TDR en comparación con la atención habitual a los 6 meses (diferencia de -0,8 puntos EDE-Q) y este beneficio persistió a los 12 meses (-0,7 puntos). De esta forma, el grupo TDR también observó reducciones significativas en los síntomas de depresión y angustia por diabetes a los 6 y 12 meses en comparación con la atención habitual. Además, perdió más peso a los 6 meses (-13,9 kg frente a -3,7 kg), pero la diferencia entre los grupos ya no fue estadísticamente significativa a los 12 meses. Pero sobre todo, no se sospechó que ningún participante desarrollara un nuevo trastorno alimentario.
Los hallazgos son importantes ya que existía la preocupación de que los programas de pérdida de peso, como el NHS Path to Remission, podrían no ser seguros o apropiados para personas con alto riesgo de sufrir trastornos alimentarios que de otro modo podrían beneficiarse de la pérdida de peso.
Las limitaciones incluyen el pequeño tamaño de la muestra y las características demográficas de los participantes (véanse las Notas). El equipo, que colaboró con asesores de pacientes durante todo el estudio, continúa realizando un seguimiento de los participantes para explorar cómo cambian sus síntomas de trastorno alimentario a largo plazo.