Diabetes en verano: los errores más comunes que disparan el azúcar o provocan bajadas peligrosas

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Publicado: martes, 1 julio 2025 8:36

   MADRID, 1 Jul. (EDIZIONES) -

   Con las altas temperaturas del verano puede aumentar en las personas con diabetes el riesgo de hipoglucemias (por una mayor sensibilidad a la insulina y aumento de la actividad física), y de hiperglucemia (por deshidratación o mal funcionamiento de la insulina).

   "El calor puede influir en los niveles de glucosa en sangre de distintas formas. Por un lado, las altas temperaturas pueden afectar a la eficacia de algunos medicamentos utilizados en el tratamiento de la diabetes, especialmente la insulina. Si ésta se expone al calor excesivo puede perder parte de su efecto, lo que aumenta el riesgo de hiperglucemia, es decir, de niveles altos de azúcar en sangre", nos explica durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus Elsa Fernández Rubio, vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

   Además, subraya que el calor favorece la deshidratación, lo que también puede contribuir a que la glucosa se concentre más en la sangre y suba su nivel. "Por otro lado, las altas temperaturas pueden acelerar el metabolismo y aumentar el flujo sanguíneo en la piel, lo que hace que la insulina se absorba más rápidamente.

A su vez, durante el verano suele aumentar la actividad física, y todo ello aumenta el riesgo de hipoglucemia (niveles bajos de glucosa)", señala esta experta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Cruces, en Barakaldo (Bizkaia).

CUIDADO: DIABETES, GOLPES DE CALOR, Y EL CUIDADO DE LOS PIES

   Otro riesgo que debemos tener en cuenta, según prosigue, es el de sufrir un golpe de calor: "Este tipo de complicación es más frecuente en las personas con diabetes, que pueden tener mayor dificultad para regular la temperatura corporal, principalmente en personas con neuropatía autonómica".

   Igualmente, apunta que el cuidado de los pies cobra una especial relevancia en las épocas de calor para las personas con diabetes, ya que el calor y el sudor, sobre todo si se acompañan de un calzado inadecuado, pueden favorecer la aparición de ampollas o de heridas en los pies que, si no se curan adecuadamente, pueden complicarse con la aparición de úlceras de difícil manejo.

PAUTAS A TENER EN CUENTA

   Por todo ello, Elsa Fernández Rubio recuerda que en verano pueden ser necesarios ajustes en las pautas de medicación o de insulina, siempre con supervisión del equipo médico, ya que las necesidades pueden variar de unas personas a otras.

   "Los principales factores que determinan la necesidad de cambios en la terapia son: cambios en la actividad física, cambios en la alimentación, y modificación de los horarios. Lo fundamental será realizar un control más frecuente de las cifras de glucosa para poder actuar en consecuencia", mantiene.

   En este contexto indica que las personas que emplean insulina o fármacos con potencial para producir hipoglucemias (bajadas de azúcar) es fundamental comprobar los niveles de glucosa antes del ejercicio, durante la realización del mismo y después de la actividad: "También es imprescindible llevar siempre una fuente de hidratos de carbono de absorción rápida (azúcar, zumo, tabletas de glucosa). Para evitar la deshidratación, se recomienda evitar realizar ejercicio en las horas de más calor, y mantenerse bien hidratado antes y durante la realización del ejercicio".

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