MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las parejas de los pacientes con diabetes padecen 'diabetes tipo 3', término con el que se pretende reflejar que, a pesar de no sufrir la patología, se preocupa por el bienestar de su familiar y, además, interesarse por aprender sobre la enfermedad y estar preparado ante una posible emergencia o apoyar al paciente en su día a día.
Y es que, tal y como ha recordado la Federación Española de Diabetes (FEDE), el control de la diabetes supone, para muchas personas, un desafío diario derivado, por ejemplo, de los numerosos controles de glucemia, posibles situaciones de riesgo ante subidas y/o bajadas bruscas de la glucosa en sangre, o el establecimiento de cambios en la alimentación.
En estas situaciones, las parejas suelen ser las personas más cercanas a los pacientes adultos y, por ello, suponen un gran pilar de apoyo todos los días del año, contribuyendo a un buen control de la patología y a mejorar la adherencia al tratamiento.
De hecho, la encuesta 'DAWN: asunto de familia' ha puesto de manifiesto que en torno al 30 por ciento de los familiares de las personas con diabetes experimentan un impacto negativo debido a la enfermedad y a ciertas situaciones derivadas de la misma de estrés o preocupación.
Por eso, FEDE ha comentado que el apoyo debe establecerse desde la confianza y la empatía, tratando de reconocer y enfrentar estas posibles situaciones de estrés con comprensión por parte de las dos partes. Así, es importante que el paciente se exprese abiertamente, explicando sus necesidades y también sus sentimientos, para que la pareja pueda aprender a apoyarla, así como que pida ayuda cuando sea necesario.
Por su parte, la pareja debe "apoyar sin controlar", acompañar al paciente preguntando cómo puede ayudar y evitando ejercer un control excesivo. "Formarse junto a la pareja. Saber más sobre la enfermedad, ayudará a comprender mejor las situaciones por las que puede pasar su pareja y también cómo poder ayudarla ante, por ejemplo, una hipoglucemia", ha zanjado FEDE.