MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Cuando la diabetes tipo I se diagnostica después de la menarquía o primera menstruación, las adolescentes pueden presentar ligeros retrasos debido al estrés, al uso de la insulina y a la adaptación del cuerpo a esta sustancia, pero una vez regulada la glucosa e inyectando la cantidad adecuada de la insulina, la menstruación vuelve a la normalidad.
En las mujeres, la diabetes tipo I influye en las hormonas que regulan el periodo menstrual, lo que hace que se experimente una concentración de glucosa en la sangre una semana previa a la menstruación, justo después de la ovulación. Debido a esto es imprescindible inyectarse más insulina, sobre todo cuando se trata de una mujer adolescente.
El doctor Pedro Mendoza Martínez, endocrinólogo adscrito al Hospital General de Zona Número 25 del IMSS, explica que el incremento en los niveles de azúcar en sangre se presenta tres días antes y cuatro días después del periodo menstrual debido a la ansiedad que provoca el dolor menstrual. "Estas necesidades de insulina se van a incrementar de dos a tres unidades por aplicación", afirma el experto.
Cuando la hemoglobina y la glucosa se unen en la sangre forman la llamada hemoglobina glucosilada o hemoglobina A1c, que tiene una duración aproximada de 120 días. Los periodos menstruales comienzan alrededor de los 12 años y continúan hasta la menopausia. Sin embargo la presencia de la diabetes puede afectar el proceso. Debido a esto, el endocrinólogo del IMSS sugiere realizar un examen de hemoglobina glucosilada en las jóvenes adolescentes para conocer como puede ser el comportamiento de la primera menstruación.
De esta forma, el examen revelará el comportamiento del azúcar en el organismo por los últimos tres meses. Si después de la prueba en sangre, la hemoglobina está por debajo del 7 o del 7.5 por ciento, la adolescente tendrá su primera menstruación en el mismo periodo que las niñas de su edad, mientras que si está por arriba del ocho por ciento es probable que se retrase hasta un año.
Por el contrario, si se padece diabetes tipo I, se es mayor de 14 años y aún no llega el primer periodo, el especialista propone un ajuste de insulina para regular su glucosa. Si teniendo en cuenta todos estos factores y la adolescente sigue sin menstruar, cabría pensar en hacer un perfil hormonal ginecológico y ultrasónico pélvico.
Para terminar, el endocrinólogo afirma que si el ciclo menstrual de la paciente no es regular, debería analizar su glucosa frecuentemente, justo antes, durante, e inmediatamente después del periodo.