La diabetes ocular, la primera causa de ceguera en la población de entre 20 y 75 años

Ojo anciano, degeneración macular, hombre mayor
Ojo anciano, degeneración macular, hombre mayor - FLICKR / ORLANDO SRENSEN - Archivo
Publicado: miércoles, 6 noviembre 2019 13:27

   MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

    La diabetes ocular es la principal causa de pérdida de visión y ceguera en los adultos de entre 20 y 75 años de países occidentales, al relacionarse esta enfermedad con otras patologías del ojo como las cataratas, el glaucoma neovascular y la retinopatía diabética, según informa el especialista del Instituto Clínico de Oftalmología (ICQO), Javier Araiz.

   Así, la retinopatía diabética es uno de los problemas más comunes porque el riesgo de desarrollarse es mayor a medida que evoluciona la enfermedad. Se trata de un daño progresivo que afecta a los vasos sanguíneos de la retina (la parte del ojo sensible a la luz) y que puede desembocar en ceguera.

   Tal y como alerta el experto, uno de los mayores problemas de las enfermedades oculares asociadas a la diabetes es que son asintomáticas. En este sentido, la mayoría de los pacientes con retinopatía diabética permanecen sin síntomas y no presentan pérdida de agudeza visual hasta grados avanzados de la enfermedad.

   Esta pérdida puede ser brusca o progresiva, o acusar trastornos en la percepción de colores, metamorfopsias y alteraciones en la visión nocturna. Como afirma Araiz, "es muy importante ser conscientes de que se trata de una enfermedad que puede permanecer asintomática incluso hasta estadios avanzados de la enfermedad y por este motivo, tener una buena visión no es siempre sinónimo de ausencia de afectación".

   Pacientes con una duración de la enfermedad inferior a 5 años no suelen presentar ningún signo, mientras que con más de 10 años de enfermedad, la prevalencia de la retinopatía diabética es del 27 por ciento, y con más de 30 años, del 90-95 por ciento. Por todo esto "es fundamental extremar las revisiones una vez el paciente ha sido diagnosticado de diabetes".

   Dado que la mayoría de los pacientes con retinopatía diabética permanecen sin síntomas hasta fases avanzadas de la enfermedad, la derivación del paciente diabético al especialista para controles periódicos y un tratamiento temprano son esenciales para el control de la enfermedad antes de que los daños sean graves e irreversibles.

   Según datos proporcionados por la Federación Española de Diabetes (FEDE), la mitad de los pacientes con ceguera inducida por la diabetes no acudió antes al oftalmólogo. Por tanto, aunque en los últimos años se ha asistido a un gran avance en cuanto a información y concienciación del paciente de su enfermedad, todavía existe una falta de formación importante de salud visual de estos enfermos, a pesar de que una de las mayores preocupaciones para el paciente diabético es perder la visión

   Por ello, para un mayor control de la enfermedad, el experto del ICQO recomienda "derivar al paciente diabético al especialista para controles periódicos y un tratamiento temprano que sea clave en su desarrollo, porque solo así se podrá contrarrestar las cifras que aún hoy tenemos sobre esta enfermedad".

TRATAMIENTOS ACTUALES

   En la última década se ha asistido a un cambio de paradigma en el tratamiento de la retinopatía diabética. "Hemos pasado de tratar las consecuencias de la enfermedad a poder tratar las causas que la producen", señala al especialista.

   Los tratamientos actuales de la retinopatía diabética son altamente eficaces para preservar y también prevenir la pérdida grave de agudeza visual. Las terapias disponibles hoy abarcan desde la administración intravítrea de fármacos antiangiogénicos (capaces de inhibir el crecimiento de vasos anormales) y de corticoides hasta la fotocoagulación láser selectiva de la retina y la vitrectomía (cirugía) en casos seleccionados. Aunque estos tratamientos son eficaces, ya que evitan la ceguera en el 90 por ciento de los casos y ayudan a frenar el desarrollo de la enfermedad ocular, muchas veces no pueden contrarrestar el daño que ya se ha producido, dada la condición avanzada de la misma.